Que en la castiza y noble calle de S. Vicente te encuentres colgando una bandera con los colores del arcoiris no deja de ser un síntoma, un símbolo de que algo parece que está ocurriendo.
?ltimamente veo a muchas parejas homosexuales de la mano; ya no sólo por la Alameda, el barrio sevillano por antonomasia, sino en otros lugares de la capital. Con una naturalidad apabullante que hace que los que ya tenemos unas cuantas generaciones a nuestras espaldas los miremos de soslayo, no sin cierta admiración. Realmente algo está ocurriendo. Y es por eso que hay ataques homófobos. Cuando se produce un cambio de paradigma, las resistencias se hacen más virulentas. ··· Ver noticia ···
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