La pasada mañana, oyendo la radio, escucho que a monseñor Cañizares le parece incorrecta la decisión del Gobierno del señor Zapatero de apoyar la natalidad de este país mediante el incentivo de 2.500 euros por nacimiento de hijo. Sus razones morales son que la familia «tradicional» es lo que hay que salvaguardar, que en este país de cada tres matrimonios, dos se divorcian, que el modelo de familia ya no es lo que era, etcétera.
Esta opinión es muy válida para los católicos practicantes y convencidos de las verdades dictadas por los jefes de la Iglesia católica y pienso que deben acatar esas opiniones con el ejemplo, o sea, no aceptando el dinero que el Gobierno otorgará a los nuevos nacimientos. Así demostrarían su honradez ética y no se aprovecharían de los adelantos en materia social que gracias a este Gobierno tenemos y que han sido y son para la Iglesia católica motivo de escándalo.
