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El obispo de Durham, Justin Welby, un ex ejecutivo de la industria petrolera, fue nombrado el viernes primado de la Iglesia de Inglaterra y se pronunció de entrada a favor de la ordenación de mujeres obispo, uno de los temas que divide profundamente a los anglicanos desde hace años.
Justin Welby, de 56 años, sucederá en el cargo de Arzobispo de Canterbury y líder espiritual de la Comunidad anglicana formada por 77 millones de fieles en todo el mundo a Rowan Williams, de 62, quien se retira al final de diciembre tras un mandato de diez años.
Dowming Street fue el encargado de anunciar, a través de su cuenta Twitter, este nombramiento que desde la víspera era un secreto a voces.
Como manda la tradición, fue aprobado por la reina Isabel II, que además de jefa de Estado es Gobernadora Suprema de la Iglesia de Inglaterra.
Educado en el prestigioso Eton College y licenciado en Derecho e Historia por la Universidad de Cambridge, Welby trabajó durante 11 años en la industria petrolera en Francia y en Inglaterra, donde llegó a ser director financiero de la compañía Entreprise Oil, antes de recibir la llamada de Dios.
Desde entonces, la carrera eclesiástica de este hombre casado y que tuvo seis hijos, la mayor de los cuales falleció en un accidente con sólo siete meses, ha sido meteórica.
Tras estudiar teología, fue ordenado diácono en 1992. En 2007, fue nombrado deán de la catedral de Liverpool y en noviembre de 2011 obispo de Durham, el cuarto puesto en la jerarquía de la Iglesia de Inglaterra, donde se le considera un conservador moderado.
El nuevo arzobispo de Canterbury heredará una Iglesia profundamente dividida entre progresistas y tradicionalistas por la ordenación de obispos mujeres y homosexuales.
En su primera rueda de prensa, que empezó con una oración, Welby se declaró «optimista» sobre el futuro de una Iglesia que, además de estos retos, hace frente también como todas las del mundo occidental una pérdida de fieles.
Y de entrada expresó claramente su respaldo a la ordenación de mujeres obispo, que debe ser votada en el próximo Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra, previsto del 19 al 21 de noviembre.
«Votaré a favor y uniré mi voz a muchos otros para instar al sínodo a llevar a cabo este cambio», afirmó ante los periodistas congregados en Lambeth Palace, que será su residencia oficial cuando asuma el cargo en 2013.
Si se aprobara la ordenación episcopal femenina, que provocó la huida de los jerarcas y fieles más tradicionalistas a la Iglesia Católica, supondría el mayor cambio en la Iglesia de Inglaterra desde la aprobación de la ordenación de mujeres sacerdotes en 1992.
En cambio, el 105º Arzobispo de Canterbury es, como la gran mayoría del episcopado anglicano, contrario al matrimonio homosexual, aunque este viernes se declaró favorable a las uniones civiles y abierto al debate.
«Es absolutamente correcto que el Estado defina los derechos y el estatus de la gente que convive en diferentes tipos de relación, incluidas las asociaciones civiles», declarándose contrario a la «homofobia» dentro de la Iglesia.
Y, fiel a su fama de buen negociador, se declaró dispuesto a escuchar y «encaminar mi propio pensamiento con oración y cuidado».
Justin Welby, que todavía no ha cumplido un año como obispo, será entronizado formalmente en 21 de marzo de 2013 en la Catedral de Canterbury (sureste de Inglaterra), anunciaron por su parte las autoridades eclesiásticas.