Enviado a la página web de Redes Cristianas
Sabemos que hay diferencias entre todos ellos que no son fáciles de resolver. Por lo mismo, para poder llegar a hipótesis comunes, hay que compartir agendas y diagnósticos. No se trata de subsumirse en una sola organización, sino de que la diversidad de las existentes construya una alianza estratégica para la transformación del país.
Propongo tres temas en los que podrá haber visiones compartidas que construyan puentes de diálogo.
1) La defensa del territorio y la vida, en la que pueden encontrarse reflejados todos aquellos movimientos que luchan por la tierra y contra la explotación irracional de los recursos naturales: los minerales, los energéticos y el agua misma, así como contra la criminalización de quienes luchan por defender esos derechos y recursos.
2) La defensa de los derechos sociales, en la que pueden encontrarse quienes luchan contra la precarización del empleo, el retroceso de la seguridad social, y quienes demandan trabajo digno para todos.
3) La defensa del derecho a la participación y la demanda de las condiciones indispensables para ello: acceso a la información pública, combate a la corrupción de las autoridades, reivindicación de la consulta popular, y exigencia de la revocación de mandato a los funcionarios electos.
Tal vez pensar en estos temas parezca utópico. No lo es si tenemos en cuenta lo que ya se ha avanzado. No es difícil pensar que en tres años, en vez de distanciarnos por decidir quién nos represente, nos encontremos en la demanda común de que gane quien gane se someta al programa de la sociedad civil, y que, de no hacerlo, ésta pueda exigir no sólo el cambio de representantes, sino también del sistema electoral por otro que sí sea efectivo.
Miguel Concha OP. La Jornada 4 de julio. extractos de su artículo.
Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales