Señores Obispos:
He leído la Nota que Ustedes han publicado sobre el matrimonio y el fallo del Tribunal Constitucional con respecto al matrimonio homosexual. He de reconocer que he sentido vergüenza mientras leía el documento.
Nos dicen que no pueden «dejar de afirmar, con dolor, que las leyes vigentes en España no reconocen ni protegen al matrimonio en su especificidad. Por ello, convencidos de las consecuencias negativas que se derivan para el bien común, alzamos nuestra voz en pro del verdadero matrimonio y de su reconocimiento jurídico. Todos, desde el lugar que ocupamos en la sociedad, hemos de defender y promover el matrimonio y su adecuado tratamiento por las leyes» (2) (Nota sobre el matrimonio y el fallo del Tribunal Constitucional). «Es, pues, urgente la modificación de la ley con el fin de que sean reconocidos y protegidos los derechos de todos en lo que toca al matrimonio y a la familia» (3).
¿Cómo se puede ser tan hipócrita? ¿Cómo se puede mentir tan descaradamente?
1) Le recuerdo que la Iglesia ha estado involucrada en el robo de niños y no ha movido un dedo para que las familias, esas a las que dicen que hay que proteger, recuperen lo que de forma injusta se les ha quitado: A los hijos, su identidad y a los padres los más preciado, lo más amado. Pero para ustedes estas familias no tienen ninguna importancia. Es uno de los de los delitos más despreciables que se ha cometido contra las familias, pero Ustedes se han negado a condenarlos, a investigarlos y a ponerse a disposición de la justicia para colaborar en el esclarecimiento de la verdad.
2) En los casos de pederastia, han sido los primeros en tratar de esconder a los culpables, de ocultar la verdad a esas familias que Ustedes tanto aman y que tan hondo dolor le causan. Pero esto son menudencias, pequeñeces sin importancia.
3) No les he escuchado decir nada del aumento de las tasas de pobreza. Pero supongo que para ustedes el que una de cada cinco persona en España se encuentre en situación de pobreza no es importante ¿Qué importancia puede tener que la pobreza aumente en el grupo de personas comprendidas entre los 16 y 64 años del 19,4% al 21,0 %? Esas personas, esas familias no son importantes. Claro que pueden estar contentos y afirmar que a través de Cáritas atienden a 8 millones de personas. Pero el centro de la cuestión es que mientras el paro va lanzando a muchas familias a la pobreza directamente, Ustedes ha guardado un aterrador silencio. Es más ni siquiera han escuchado la voz de Cáritas lanzando la alarma. En febrero nos decía que «Hay más pobres y son más pobres que el año pasado». «Ya hay 580.000 hogares sin sin ningún tipo de ingresos». En España tenemos cerca de 11.600.000 personas en riesgo de pobreza y 30.00 viviendo en la calle y sin hogar. (Informe FOESSA 2012 resumen, completo).
4) Hiere su silencio frente al copago de los medicamentos o los servicios sanitarios. Y duele precisamente porque los primeros afectados son las familias con las rentas más bajas. Para las familias con rentas altas, esto no será un problema, ya que podrán hacer frente a los gastos sin que su economía sufra lo más mínimo, pero las otras, esas que a los ojos de Jesús son las más importantes, acudirán menos a los servicios sanitarios y a las farmacias. Lo bueno de todo esto es que al final el ahorro terminará saliendo más caro, a cuenta de los pobres, pero más caro. Porque con la reticencia de los más desfavorecidos a usar el sistema de salud, disminuirá el sistema preventivo y a la postre se gastará lo ahorrado con creces.
5) ¿Han dicho algo de los recortes en educación, becas, libros, etc? Esos recortes incrementan los gastos de las familias que Ustedes dicen querer defender. El Sr. Rajoy, ha eliminado los programas de escolarización de niños de 0 a 3 años, pero eso para ustedes no es importante porque no hay, casi, «afectados», hay «afectadas». Lo grave es que esa decisión no ayuda a las familias a conciliar maternidad/paternidad con el trabajo fuera de casa.
6) ¿Han dicho algo en los recortes en los servicios a las personas dependientes?
Lo mejor que podían haber hecho era callar, no decir nada porque esa nota deja en evidencia que viven alejados y despreocupados del mundo real, empeñados en una guerra contra los homosexuales que les impide ver el bosque del dolor y sufrimiento que late en cada esquina de esta España en la que las familias sangran por el paro, las deudas y la falta de futuro de sus jóvenes .