Enviado a la página web de Redes Cristianas
En estos días previos a la huelga general del 14N, la derecha y la mayoría de los medios de comunicación están intentando convencernos de que una huelga no vale para nada y que, además, es perjudicial para nuestra economía y para la imagen de España.
Un Gobierno, que al día siguiente de ganar las elecciones, comienza a imponer medidas
contrarias a su programa electoral y, abusando de su mayoría absoluta, desoye el clamor de la calle y de la oposición en el Parlamento, negándose a realizar una consulta popular sobre los recortes que están provocando tanto sufrimiento en la población y llevándonos a un callejón sin salida; un Gobierno así, no deja a las personas otra salida que paralizar la vida nacional, como medio de presión para
hacerse oír y provocar un cambio de rumbo. La huelga general, por tanto, no solo está plenamente justificada, sino que se convierte en una obligación ética para todas las personas amantes de la verdadera democracia y con un mínimo de dignidad y de sentimiento solidario.
Comprendemos que estén en contra de la huelga general los grandes empresarios que se están beneficiando de la reforma laboral, o los bancos que siguen haciendo el agosto a costa de comprar deuda pública de España, o los ministros que tienen asegurado un puesto en los consejos de administración de las empresas privadas cuando terminen su función, o cierta casta política que sigue
viviendo estupendamente a pesar de la crisis??
Por el contrario, se nos hace difícil entender las razones de los pequeños y medianos empresarios que han tenido que cerrar sus negocios o están a punto de hacerlo por falta de crédito, o las de aquellas personas de a pie, que están soportando el mayor peso de la crisis con los recortes y que, en nombre de
la ¡libertad personal!, se oponen a la huelga. ¿Es que creen más en el ?silencio de los corderos?? que en la justificada indignación que recorre las calles? ¿Es que la ideología neoliberal ha anidado definitivamente en sus corazones cerrándoles los ojos y atándoles las manos para que no puedan colaborar el la construcción de una sociedad más justa? ¿Acaso se puede llamar libertad al grito absurdo de ¡vivan las cadenas!? ¿Es tan difícil entender que, a veces, hay que renunciar al capricho o
interés personal en beneficio de la libertad de la mayoría?
Dice el profesor Jaime Pastor que ?si no despertamos, cuando nos queramos dar cuenta
estaremos como en los años sesenta, habremos cambiado la justicia y los derechos por la caridad, la sanidad por la beneficencia, y la educación universal y gratuita por ?aquí estudia carreras el que tenga euros??. Puedes seguir durmiendo y soñando, pero yo de ti no lo haría.??
Todas las personas que no queremos seguir durmiendo, ni regresar a esa situación de opresión que creíamos ya superada, no solo tenemos el derecho de estar activamente presentes en la huelga del 14N y en las manifestaciones que ese día se convoquen, sino que, además, sentimos la obligación de ofrecer y difundir nuestro convencimiento y nuestras razones a todo aquel que, libre de prejuicios, esté
reflexionando sobre lo que honestamente debe hacer ese día. Nuestro presente y el futuro de nuestros hijos lo están exigiendo.
El Puerto de Santa María a 30 de octubre de 2012
El Foro Social Portuense