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¡Hermanas y hermanos amados en Cristo Jesús!
1. Nosotros, los obispos católicos de Haití, les saludamos con respeto y afecto en medio de la
angustia indescriptible que hemos vivido como pueblo y ciudadanos, desde hace más de un mes
en el país. Es como si estuviéramos en un estado de guerra fratricida. Hemos llegado ahí por el
comportamiento de los funcionarios y líderes elegidos. Ahora no es el momento de proclamar
que todos somos culpables. No es verdad. Tampoco decir que condenamos la violencia donde
quiera que venga, ella tiene un origen.
2. A pesar de nuestros repetidos llamamientos durante casi dos años, los gobernantes actuales
de Haití, los funcionarios electos y los líderes políticos, siguen sordos, gestionando y
administrando su poder, privilegios e intereses mezquinos. Mientras tanto, algunos sectores
continúan enriqueciéndose a costa de los pobres que no pueden comer ni pagar la educación de
sus hijos.
3. ¿Hay violencia más atroz que vivir constantemente en la inseguridad? ¿Hay algo peor que la
miseria que quita toda esperanza? Ningún pueblo debe aceptar la miseria, la pobreza y la
violencia de manera resignada. Por lo tanto, los más altos funcionarios del estado deben asumir
sus responsabilidades para garantizar el buen funcionamiento de las instituciones del país; son
moralmente responsables de la seguridad y el bienestar de la población. Y, en primer lugar, el
Presidente de la República. Si el país está ardiendo, es por su irresponsabilidad. ¿Cómo pueden
no saber lo que todos saben? Se precisa de una toma de conciencia para medir el alcance de sus
fallas acumuladas y sacar las consecuencias. Tienen que actuar ahora para el cambio de vida en
Haití, pues, mañana será muy tarde.
4. Pueblo haitiano, unámonos para vencer la inseguridad, la corrupción, la impunidad, la violencia
y todos los gérmenes de muerte. Dios nos creó para la vida, por tanto, tenemos derecho a existir
y vivir con dignidad.
5. ¡Que María, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, nos acompañe en este difícil y doloroso
viaje por el desierto!
NB. Esta nota emana de la Conferencia de Obispos Católicos de Haití, una institución que no debe
confundirse con ninguna otra entidad.
Dado en Lilavois en la sede de la Conferencia Episcopal de Haití el 27 de septiembre de 2019.
Las siguientes son las firmas de los obispos:
Versión español de la traducción completa.
Comisión Nacional de la Pastoral de Migrantes
P. Julin Acosta
Secretario Ejecutivo CNPM.