De la Vega reafirma que los alumnos no tendrán título sin EpC
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, rechazó hoy que pueda haber ningún pulso sobre la obligatoriedad de cursar Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos y reafirmó que no puede obtenerse la titulación académica correspondiente sin estudiar esta asignatura.
En la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, Fernández de la Vega fue preguntada por el «pulso» de la Conferencia Episcopal, que ayer pidió recurrir «a todos los medios legítimos» para defender la libertad de conciencia, sin excluir la objeción, frente a esta materia.
«No hay pulsos -enfatizó la vicepresidenta-; en un Estado de derecho, la ley es exactamente igual para todos, nadie puede vulnerarla, ni incumplirla, ni objetarla, nadie; no hay ni debe haber excepciones».
Por ello, «ni se puede establecer un pulso con el cumplimiento de una ley -prosiguió-, ni se puede objetar contra Educación para la Ciudadanía porque es algo que está dispuesto en una ley (Orgánica de Educación), como no se puede objetar contra las Matemáticas o contra Lengua».
Aseguró que la Iglesia católica merece «todo el respeto» al Gobierno porque hay millones de fieles en España y que la asignatura no se concibe para enfrentarla a las clases de Religión (…) por tanto no hay caso para la objeción de conciencia» ni hay «motivo ni temor».
Explicó que este asunto se ha hablado con responsables de la Conferencia Episcopal, que han conocido las propuestas de texto de la asignatura y han hecho observaciones, de las que algunas se han atendido y otras no.
Indicó Fernández de la Vega que «no tiene mucho sentido» oponerse cuando «todos, Parlamento, Gobierno, padres, profesores, Federación de Religiosos y alumnos» se han puesto de acuerdo en los contenidos obligatorios y han decidido «entre todos» que hablar de valores constitucionales y de la cooperación es algo «bueno para formar a las futuras generaciones»
«Por tanto, creo que está muy claro: no puede haber un título sin Educación para la Ciudadanía, como no lo puede haber sin Matemáticas ni Física, eso tiene quedar muy claro para todo el mundo».
El programa de la asignatura es «impecable, como el que tienen la mayoría de los países de Europa», destinado a que, «en el futuro, haya una convivencia social pacífica y eso lo hacen todos los países democráticos», concluyó.