INFORMACIÓN ALTERNATIVA DE AFRICA NEGRA – Nº 1 – 2012
Ogoni es una región que ocupa aproximadamente 1000 km² al sureste de la cuenca del delta del Níger. Cuenta con una población de cerca de 832.000 habitantes, sobre todo de la etnia Ogoni.
El petróleo ha generado allí ingresos millonarios, pero la mayoría de la gente está en peor situación que antes de que llegaran las compañías petroleras.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), ha hecho una evaluación científica importante. Muestra cómo la contaminación provocada por más de 50 años de operaciones petroleras en la región, ha llegado más lejos y más profundamente de lo que muchos habrían podido suponer. Examinó más de 200 lugares, estudió 122 kilómetros de oleoductos, repasó más de 5.000 historias clínicas y habló con más de 23.000 personas en varias reuniones de comunidades locales.
Según este Informe de evaluación la población sufre abandono administrativo, el desmoronamiento de los servicios y las infraestructuras sociales, una elevada tasa de desempleo, privación social, una enorme pobreza, miseria e inmundicia y un conflicto endémico. Su pobreza, y el contraste que supone con la riqueza generada por el petróleo, se ha convertido en uno de los ejemplos notorios de la “maldición de los recursos”.
Hacia los años 1950 se establecieron principalmente las petroleras Shell, Total y Agip. Desde el comienzo de las operaciones hubo incidentes que afectaron al medio ambiente y a las comunidades que vivían en esas zonas, como fugas e incendios incontrolados. Se fundó entonces el Movimiento por la Supervivencia del Pueblo Ogoni, para responder a las consecuencias ecológicas derivadas de la producción de petróleo, bajo la dirección del escritor nigeriano Ken Saro-Wiwa.
Éste criticaba a las compañías petroleras y la política del gobierno en lo relacionado con el petróleo. En 1993, una marcha reunió a 300.000 Ogoni para pedir una parte de los ingresos producidos por el petróleo y más autonomía política. A consecuencia de la violencia que provocó la manifestación, las actividades de producción pararon ese mismo año pero las instalaciones nunca han sido reconvertidas y como las infraestructuras se han deteriorado gradualmente, siguen dándose fugas de petróleo con una regularidad alarmante. Ken Saro-Wiwa, hoy héroe nacional, fue ejecutado a escondidas por el Estado de Nigeria junto a ocho miembros de la comunidad Ogoni.
Los descubrimientos del Informe
La contaminación del suelo en Ogoni por hidrocarburos de petróleo es muy extensa en la tierra, los sedimentos y los pantanos. En dos tercios de las zonas terrestres afectadas que se encuentran en las proximidades de las instalaciones de la industria petrolera y que se han examinado con todo detalle, esta contaminación sobrepasa la normativa nacional nigeriana.
Debido a que Ogoni es lugar de grandes lluvias, cualquier retraso en la limpieza de una fuga de petróleo puede provocar que lo arrastren las aguas y, así, atraviesa los terrenos agrícolas y llega en la mayoría de los casos a las bahías. El impacto del crudo sobre la vegetación de los manglares ha sido terrible; el sector pesquero está sufriendo por la destrucción del hábitat marino debido a una capa permanente de petróleo flotante y, por otra parte, los incendios producen, en numerosas ocasiones, destrozos en la vegetación y crean una corteza de cenizas y alquitrán sobre la tierra, lo que dificulta la aplicación de medidas reparadoras o la revegetación.
El impacto sobre la salud de las comunidades es grande ya que está expuesta diariamente a los hidrocarburos por distintas vías: el aire y el agua potable en concentraciones elevadas, incluso 1.000 veces más elevadas que las establecidas por la normativa nigeriana. Los Ogoni son conscientes de la contaminación y los peligros que eso conlleva, pero confiesan que continúan utilizándola para beber, bañarse, lavar o cocinar porque no tienen otra alternativa.
Conclusiones del informe
Aunque en algunas zonas de la superficie pueda haber resultados inmediatos, en general el informe calcula que la lucha por controlar la contaminación y lograr una recuperación duradera de Ogoni podría durar entre 25 y 30 años. Esta tarea requerirá el uso de tecnología avanzada para descontaminar la tierra y el agua, una mejor vigilancia medioambiental y de las regulaciones así como colaboración entre el gobierno, el pueblo Ogoni y la industria petrolera.
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Achim Steiner, Subsecretario General de la ONU y Director Ejecutivo del PNUMA, considera que el informe supone la base científica sobre la cual puede iniciarse una restauración concertada de Ogoni, una tarea pendiente. También señala que “la industria petrolera es un sector clave para la economía nigeriana desde hace más de 50 años. No obstante, muchos nigerianos han pagado un precio muy alto por ella, como indica esta evaluación”.
“El PNUMA espera que las conclusiones obtenidas puedan poner fin a décadas de estancamiento en la zona e impulsar la confianza y toma de decisiones para solucionar los numerosos problemas de sanidad y desarrollo a los cuales se enfrenta el pueblo Ogoni. Además, esta evaluación ofrece unas directrices para que la industria petrolera (y las autoridades públicas de regulación) puedan operar de manera más responsable en África y en otros lugares, en un nuevo periodo de producción y prospección petrolífera creciente en varios puntos del continente” comunicó Achim Steiner.
El Informe sugiere la creación de un Fondo para la restauración del medioambiente en Ogoni, con un capital inicial de mil millones de dólares (que aportarían la industria petrolera y el gobierno) para cubrir los gastos de los cinco primeros años del proyecto de descontaminación. La propuesta ha tenido una gran acogida entre los grupos ecologistas y el pueblo Ogoni, pero advierten de que harían falta cien mil millones de dólares para limpiar todo el delta, y no sólo Ogoni.
Deben tomarse medidas urgentemente, así lo confirman otras noticias recientes de Ogoni. En agosto, Shell asumió la responsabilidad total de las dos fugas masivas de petróleo que en 2008 devastaron el área de Bodo en Ogoni, donde viven 69.000 personas, y que requerirá al menos 20 años de descontaminación.
Los expertos consideran que el desastre causado por ambas fugas podría equipararse al desastre del Exxon Valdez en Alaska, cuando en 1989, 40.000 toneladas de petróleo destrozaron gran parte del litoral. Calculan que harían falta más de 100 millones de dólares para limpiar correctamente el área y recuperar los manglares que rodeaban las calas y los ríos y que han sido devastados por el crudo. Además algunos oleoductos que transportan petróleo producido en otros lugares de Nigeria siguen pasando por Ogoni sin un mantenimiento adecuado.
Antes del pasado mes de agosto, Shell afirmó que se habían vertido menos de 150.000 litros. En 2008 no se hizo ningún esfuerzo para limpiar el crudo que invadía las tierras de cultivo y las calas y que la marea arrastró hacia el interior del mar, haciendo que el equilibrio hidrostático se alcanzara a mayor profundidad.
El cambio de parecer de Shell y el hecho de que asumiera la responsabilidad han dado lugar a una demanda colectiva de las comunidades locales en un tribunal de Reino Unido. Esto podría constituir un precedente importante para que otras comunidades del delta soliciten indemnizaciones en los tribunales de Reino Unido.
Entresacado de Forum d’action AEFJN nº 57, noviembre 2011. Autor Thomas Lazzeri y traducido por: Lucía Collado Medrano, Beatriz Álvarez Falcón y Aitana Terrero Anguiano.
Mas información en Amnistía Internacional, noviembre 2011