Ante el hecho que se nos impone del claro triunfo del Frente en las Elecciones del 6 de noviembre, es bueno reflexionar en qué lecciones o aprendizajes se pueden sacar de este triunfo y también en qué desafíos plantea sobre todo para el gobierno mismo.
Lecciones: La oposición puede sacar una lección muy clara: no basta con presentarse como antisandinista para poder ganar o al menos para tener mayor poder en la Asamblea. Ciertamente la Oposición no presentó claro un proyecto de nación, y además era muy difícil presentarlo por su división misma. Pensemos que aún la alianza del PLI que sacó más votos juntaba pensamientos muy distintos que iban desde los Liberales ortodoxos y los excontrarevolucionarios hasta los todavía Sandinistas del MRS e incluía posturas distintas como la neoliberal de Jarquín antiguo funcionario del BID.
Alemán puede sacar una lección muy clara de que por su pasado o por su cercanía con Daniel ya está bien quemado y que no puede aspirar ni a la Presidencia ni a tener un fuerte peso en la Asamblea. Ni se diga lo quemado que quedó Quiñones con el 0??. %.
El MRS puede pensar que sacó más votos que en anteriores ocasiones. Pero esto no es necesariamente señal de crecimiento. Se explica sencillamente porque tuvo muchos votos de gente antisandinista y que no necesariamente, ni probablemente tiene la ideología del MRS.
El Frente puede sacar varias lecciones importantes. Una de ellas es que no vale la pena trabar la entrega de Cédulas o retrasar el reconocimiento a los fiscales, ni menos manipular la entrega de las Cédulas. No vale la pena porque eso mancha su proceso electoral y no tiene necesidad de hacerlo dado el respaldo tan grande que ha tenido en la población. Otra lección importante para el Frente o al menos para algunos de sus cuadros que no tiene sentido ni tiene réditos políticos electorales el tensionar las relaciones con la jerarquía. Por último otra lección para el Frente es tomar conciencia de que aunque arrolló en las elecciones hay un 30% que no están de acuerdo con la gestión de su gobierno y que siguen teniendo fuerte antisandinismo. Y para cualquier gobierno que quiera ser democrático es bueno contar con una oposición que no sea demasiado minoritaria.
La Jerarquía de la Iglesia Católica puede sacar la lección de que su mejor postura es la que tomó en la carta Pastoral suficientemente clara y equilibrada. Y que no vale la pena en la práctica ser como vocera de la oposición, ni menos enfrentarse en torno a situaciones no claras y ambiguas como el asesinato del P. Pupiro o las supuestas amenazas a otros sacerdotes. Sin duda los obispos tienen que hablar claro a la luz del Evangelio y teniendo todos los elementos sobre situaciones concretas, pero deben de cuidarse de no decir casi lo mismo que la oposición.
Desafíos: Creo que todos tenemos muchos y diversos desafíos después de estas elecciones. Por ahora simplemente quiero fijarme en algunos desafíos del Gobierno y del Frente como partido. El primer desafío obviamente es no dormirse en los laureles, no reconocer los propios errores durante la campaña y menos el despreciar las justas críticas que hagan los opositores y menos aún despreciarlos a ellos mismos.
Un desafío muy importante para el Gobierno es seguir y ampliar los Proyectos Sociales que sin duda fueron su carta principal para conseguir tantos votos y respaldo popular. Pero el desafío no sólo es continuar esos proyectos, sino librarlos también de sus errores y limitaciones como el clientelismo o el partidizarlos. Y en lo positivo hay que crecer de modo que en esos Proyectos el Pueblo cada vez vaya siendo más Sujeto y no simple objeto o beneficiario de algo que se le da. Es importante resaltar que esos proyectos son un Derecho del Pueblo.
A nivel la ayuda solidaria que de muchas maneras da el Gobierno de Venezuela, el desafío principal es que haya plena transparencia y que todo ese dinero buscando la forma apropiada pero entre el Presupuesto Nacional y de él se den cuentas claras.
Hay sin dudas otros desafíos como el buscar el diálogo y no el enfrentamiento con la Jerarquía de la Iglesia. Pero más bien quiero fijarme para terminar en un gran e imperativo desafío. Urge una reforma tributaria a fondo de modo que los que tienen más paguen más y que proporcionalmente no pague más el Pueblo sencillo. Esta reforma a fondo permitirá tener fondos para aumentar significativamente en el Presupuesto los rubros de Salud y Educación, lo mismo que para procurar nuevas fuentes de trabajo tan necesarias para nuestra creciente juventud. Esto de la Reforma Tributaria a fondo obviamente implica una relación distinta y quizás más trabajosa con la iniciativa privada. Pero hay que hacerlo por el bien de nuestro Pueblo.
Sin dudas hay otras muchas lecciones y otros muchos desafíos. Lo importante es no simplemente dormirse o alegrarse en el triunfo, sino tomar conciencia tanto el Gobierno como los Ciudadanos que tenemos un desafío y una deuda inmensa con las clases más desposeídas y empobrecidas de nuestra Nicaragua y con esa juventud que votó por el Frente y aún aquella que no votó por el Frente pero que con toda razón esperan poder estudiar al menos la secundaria y tener ciertamente acceso a un trabajo remunerado y digno.
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)