Umbrales de luz
Puede que la Navidad de las calles iluminadas, la propaganda consumista, los villancicos rayados, las reuniones desganadas, los regalos obligados?? nos guste más o menos o que incluso nos disguste. Sin embargo, si acertáramos a liberarla de su explotación comercial, de nuestras ambiciones engañosas, también de nuestras liturgias insulsas, palabrería vacía y dogmas trasnochados, si abriéramos los ojos y la miráramos en su hondura universal, la Navidad podría tocarnos el corazón, encender en él una llama de paz creadora, volverlo más humano para nuestro bien y el bien común de la Tierra. Ver noticia original en …