Amerindia
En una iglesia de Roma vi un sepulcro de alabastro, sin nombre ni fecha, solo con la inscripción NIHIL, NADA.
La covid nos ha cuestionado sobre la muerte y la vida. De nuestros seres queridos difuntos ¿solo queda una urna con cenizas para enterrar en el monte o esparcir en el mar? Al morir ¿desaparecemos inmersos en la energía del cosmos? ¿pervivimos solo en la memoria de los descendientes? ¿hay algo más al final de la vida o solo hay la nada? ¿hay que plantearse la alternativa del suicidio, como hicieron bastantes jóvenes durante la covid? Ni la ciencia, ni la medicina tienen respuesta a estos interrogantes. Ver noticia original en …