Munilla creó un movimiento ultracatólico al margen de la Iglesia oficial guipuzcoana

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El Plural

El pasado mes de diciembre, Antonio María Rouco Varela decidió nombrar al prelado ultraconservador José Ignacio Munilla nuevo obispo de San Sebastián. Con esta designación se ponía fin a un período de 30 años de obispados próximos al nacionalismo vasco. Como era de esperar, muchos fieles del País Vasco mostraron su preocupación ante el ascenso de Munilla, persona que se formó en un seminario de Toledo, siempre estuvo alejado del nacionalismo vasco y creó el Movimiento Loiola -grupo ultracatólico conocido por actuar al margen de la Iglesia oficial guipuzcoana-.

Es posible que muchos de los 110 curas que, mediante una carta pública, cargaron contra el nombramiento de Munilla lo hicieran motivados por la actitud que el nuevo obispo de San Sebastián mantuvo como cura de Zumárraga. Allí, además de fundar el Movimiento Loiola, se rebeló contra el noviazgo entre el príncipe Felipe y Eva Sannum, llamó a crear un partido católico y cargó contra los homosexuales.

Ni nacionalistas ni liberación
En concreto, Munilla dirigió la Iglesia de Zumárraga entre los años 1986 y 2006. Tal y como recuerda la revista Interviú. Munilla edificó allí las bases de una iglesia tradicionalista, muy distinta a la que construían el resto de los curas guipuzcoanos. Y es que el nuevo obispo de San Sebastián no quería oír ni hablar de los postulados nacionalistas ni te la teología de la liberación.

Movimiento Loiola
De hecho, apoyándose en Radio María, Munilla no dudó en crear un movimiento juvenil paralelo que contraloría las incipientes vacaciones religiosas y evitaría el contacto con el sector mayoritario. Hoy en día hay más de 40 miembros forman parte del Movimiento Loiola, que fue registrado en 1992 ante el Gobierno vasco como ?una asociación sin ánimo de lucro y privada de fieles, que quiere ser un movimiento que trabaje con niños, jóvenes y matrimonios.

?A Madrid??
?A través de su movimiento, Munilla creó en su entorno una iglesia paralela, de corte tradicionalista??, lamenta el sacerdote de Lasarte y director del Instituto de Ciencias Religiosas Pío XII, Xavier Andonegui. Según este párroco, Munilla impide que los jóvenes del grupo Loiola con vocación sacerdotal estudien en el seminario donostiarra. ?Los envía a Toledo o Madrid porque en el seminario de San Sebastián estoy yo??, lamenta.

Principios de Munilla
Andonegui tampoco olvida que a través del Movimiento Loiola, Munilla lanzó una campaña contra los laboratorios que fabrican la píldora del día después, promovió la creación de un partido político auténticamente católico, mostró su simpatía por la Falange Española y Comunión Trdicionalista Carlista, se opuso a que ?una señorita protestante -en referencia a Eva Sannum- se hiciera católica para casarse con el príncipe Felipe??, y defendió que ?cuando el sexo no está ligado al amor, condena a quien lo práctica a un bajón y una soledad muy grandes después de haberlo consumado??.

Estrategia política
Sea como sea, lo que está claro es que su nombramiento ha levantado enorme malestar entre numerosos párrocos vascos, convencidos que la designación obedece a una ?estrategia política?? de la Conferencia Episcopal para evitar que los templos de Guipúzcoa continúen desmarcados de la línea de Rouco Varela.

Diferencias
En declaraciones a Interviú, Jesús María Arrieta, uno de los 11 arciprestes vascos que impulsaron la carta contra Munilla, lo deja claro: ?Nuestras diferencias están en el modo de entender el evangelio. No queremos una Iglesia llevada sólo por los presbíteros, sino que todo aquel que se sienta miembro pueda ejercer la responsabilidad que le corresponde??.