Mucho ruido y pocas nueces -- Jose María García-Mauriño, de Cristianos por el Socialismo

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El acto sobre la familia cristiana convocado por el arzobispo de Madrid el 30 de diciembre de 2007, no es un acto que apoya la Iglesia Católica Española, ni siquiera ?la?? jerarquía de la Iglesia, sino sólo tres cardenales y algunos obispos. Se ha aireado demasiado este acontecimiento, se le han dedicado demasiados espacios en TV, demasiadas páginas en los periódicos. Ha habido múltiples comunicados de diversas instituciones y colectivos. Demasiada tinta para un asunto de tan poca importancia.

No es el tema de la familia, inclusive en todas sus vertientes, el problema básico y fundamental que preocupa hoy a la sociedad ni a la iglesia. Hay otros temas más álgidos como el cambio climático, el tratado europeo de Lisboa, la inmigración, la deteriorada economía, la subida de precios, la precariedad laboral, el paro, la falta de vivienda para los jóvenes, etc. y los 8 millones de pobres que apenas viven con dos euros al día en España.

Resulta chocante que se metan los cardenales con el retroceso de los derechos humanos en este país, cuando el Estado Vaticano no ha firmado ni siquiera la Declaración universal de 1948, como todos los Estados que pertenecen a Naciones Unidas. O con el peligro que corre aquí la Democracia, cuando ellos no saben practicarla.

Se podrían esclarecer un poco las cosas si hubiera una nítida separación de Iglesia y Estado. La Iglesia siempre al lado del poder. El poder político sigue teniendo miedo a la iglesia. Estado e Iglesia más o menos dependientes del sistema económico capitalista. Si la Iglesia se ocupara y preocupara de extender el mensaje evangélico y no de meterse en política., otro gallo nos cantaría Y si el Estado fuera de verdad a-confesional y por tanto, laico, no privilegiaría de manera tan descarada a la confesión católica, discriminando a las demás, como hace cuando permite la enseñanza de la religión católica en la escuela pública, cuando paga con dinero público a los profesores de religión católica, nombrados por los obispos, cuando tiene sacerdotes castrenses en sus ejércitos, cuando no denuncia los acuerdos de Estado y Santa Sede de 1979, cuando colabora económicamente con su financiación, etc. entonces, serían más coherentes con sus propior objetivos el uno y el otro, y los ciudadanos y ciudadanas sabríamos a qué atenernos.

Por último, quiero decir que nuestro colectivo se llama CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO, que no tenemos nada que ver con ?Cristianos socialistas?? o Cristianos en el socialismo, del PSOE.

José María García-Mauriño
Cristianos por el Socialismo
7 de enero de 2008