El rincón del peregrino
Entregaste tu voluntad de barro. Toda tu Voluntad.
Viviendo como el buen peregrino.
Sin llevar nada, ni alforjas, ni bastón, ni sandalias.
Con el sombrero de paja del buen Pastor
Con la sonrisa y la alegría del Evangelio.
Que es cierta, y se renueva en la purificación de la noche oscura Ver noticia original en …