Momento de reflexión -- Franz Wieser (Perú)

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(diario 2010- p.314-2010)
1.No hace falta para hacerse una imagen de Dios. Lo tenemos en el hombre. En Jesús ejemplarmente, y en todo hombre y mujer que se dejan llevar por el mismo Espíritu.
Principalmente se refleja en la pareja varón y mujer, creada por Dios a su imagen y semejanza,
2. No en la cruz está nuestra salvación sino en el camino previo que en el mundo a menudo lleva a la cruz, al seguir al hombre de Nazaret.

3. La Iglesia de Jesús se conforma en el mismo espíritu que empujó a él. ?l es el CAMINO. No nos aferramos a hitos (Las tradiciones), Sino avancemos, individual- y comunitariamente. No desdeñemos el fuego conservando la ceniza. No permitamos que el vino siempre nuevo se avinagre en odres viejos.

4. Hay un moderador en la ACI (Agencia Católica Internacional) que me aconseja acercar a la gente a la Iglesia antes que a Cristo. Sería lo mismo como decir: Cristo es una creación de la Iglesia, y no la Iglesia de Cristo. No vaya ser que para la nuestra, la ?católica?? tenga la razón.

5. El mismo moderador ? mejor dicho: censor ? se molesta en acordarme ?que nuestra amada Iglesia vuela con dos alas muy potentes a través de los milenios??. ¿Cuáles son, según este católico, estas alas? ? Nada menos que ?La Virgen y el Papado??. La historia, en cambio, nos enseña que el despegue tan espectacular de la Iglesia naciente, hasta los tiempos de Constantino, no involucraron ni la Virgen, ni el Papado.

6.Hoy son la Virgen y el Papado los distintivos más características que diferencian la Iglesia Católica de los demás iglesias cristianas. Sin embargo, según Jesús el distintivo del discipulado suyo es el amor, lo que une, y no lo que separa.??En esto el mundo reconocerá que son mis discípulos, en que se aman unos a otros.

7.?Donde está Cristo, allí está su Iglesia Católica entera??(Ignacio de Antioquía); o dicho con las mismas palabras de Jesús: ?Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, ahí estoy en medio de ellos??. Así se borran los fronteras confesionales causadas por el hombre, y cruzan a través de los individuos.??Lo que une viene de Dios, lo que separa, del hombre (Juan XXXIII)

8.?Ama, y haz lo que quieres?? (San Agustín), sólo asóciate a Jesús, para aprender a amar de veras. Jesús no nos deja fuera de toda duda en que consiste nuestra salvación al declarar el amor de Dios y del prójimo como incluyente de todos los demás, el trato que damos a nuestros hermanos como único criterio en el juicio final. Con va todo legalismo y autoritarismo en la iglesia al tacho.

9.Por Reino de Dios, el sueño de Jesús, no se entiende a una Iglesia institucional, jerárquica o romana. ?El Reino de Dios está dentro de ustedes??, dice Jesús. Está en la Iglesia como Pueblo de Dios, unida en un mismo Espíritu y la misma fe.

10.El Reino de Dios no se le parece a reinos de este mundo; no dispone de acciones bancarias, palacios, catedrales, incluso de un Estado propio. ? Sus protagonistas no se visten con sotanas, mitras y largas capas de púrpura. ? No impresionan con títulos altisonantes como son: reverencia, excelencia, eminencia o santidad. Por lo contrario: son en la sociedad los últimos y ciervos de los demás. ? No ocupan los primeros puestos en las asambleas, ni se atribuyen poderes mágicos por medios de gestos y fórmulas. No pontifican desde tronos y púlpitos, sino como el buen pastor, van delante de su grey. ? Ni se dan de padres, de jefes o de maestros infalibles, sino como hermanos bojo el mismo Padre.

11.Para sustentar lo dicho abramos el Nuevo Testamento en pasajes tan claras que no requieren alguna interpretación humana infalible: Mt 18,1-5; Mc 9,3-35; Mt 20,20-28; Mt 23, 1-13; 1 Pedro 5, 1-3: Hech 10, 25-26, y 2 Cor 1,23-34). La iglesia vaticana ¿Se ha convertido a un reino de este mundo, o no? claro se ha acercado demasiado al Sol, por eso le están cayendo las plumas una por una.