Como ciudadanos conscientes y también como creyentes, apoyamos al Movimiento Democracia real ya y las movilizaciones que estos días se están produciendo en más de 60 localidades de España por los siguientes motivos:
Está claro, según reflejan todas las encuestas, que la ciudadanía considera a la clase política como uno de los principales problemas para España, después del problema del paro y la situación de la economía, por lo que es patente el alejamiento cada vez mayor de los políticos.
Este movimiento piensa que la democracia que tenemos no es una verdadera democracia, sino que está sometida a lo que le dicten los mercados financieros internacionales que imponen sus leoninas condiciones a los gobiernos, con recortes sociales que hacen retroceder en muchos años las conquistas sociales conseguidas hasta ahora.
Nuestro voto por tanto queda devaluado y desvirtuado. Los gobiernos se ven obligados a tomar medidas absolutamente impopulares que contradicen lo que pregonaban en sus programas electorales y que apoyaron sus votantes. En España, es evidente el motivo de este descontento popular, que ha conseguido cifras de paro nunca vistas, trabajos en precario, jóvenes sin futuro, estudiantes sin posibilidades de encontrar salida al terminar sus estudios, jubilados con pensiones congeladas, funcionarios con sus sueldos recortados, cientos de miles de desahuciados por no poder pagar una vivienda, mujeres que viven como nadie las consecuencias tremendas de esta gravísimas crisis que los ?malditos?? mercados han provocado.
Este movimiento de protesta ve indignado cómo no se les toca a los banqueros, cómo no se ataja a fondo el problema del fraude fiscal, cómo no se recortan los gastos militares, como se siguen pagando cantidades fabulosas a los ejecutivos bancarios mientras se destruye empleo y se recortan salarios y se aumenta la productividad de los que trabajan.
Por eso creemos que es digno de apoyo un movimiento que apunta a la verdadera raíz del problema. La democracia no puede consistir en votar cada 4 años y permanecer callados para obedecer a los políticos. Debe ser una democracia real, participativa, donde se escuche la voz del pueblo que sufre en sus carnes los gravísimos problemas de la crisis. Una crisis que va para largo.
Apostar por este movimiento es apostar por los que más sufren, por los que no tienen nada.
Nosotros, como creyentes, tenemos un motivo muy especial para apoyarlo, porque Jesús de Nazaret estuvo siempre muy cerca de los que más sufrían y peor lo pasaban.
Por todas estas razones creemos importante apoyar este movimiento e invitamos a todos los compañeros y a la población en general a solidarizarse con él asistiendo a las convocatorias que se sigan produciendo en próximas fechas.