-Además del PP, el Gobierno tiene otro frente de confrontación con una parte importante de la jerarquía eclesiástica ¿no son muchos frentes?
Mire, yo soy católico y divorciado. Tengo dos hijas mayores y una pequeña de 6 años y la envío a un colegio de monjas, gratis total, porque está concertado. Cuando oigo que el Gobierno acosa a la Iglesia católica, pongo el grito en el cielo ¡Pero en qué acosa el Gobierno a la Iglesia o a las familias católicas!
Nosotros, en Cantabria, tenemos 70 millones de euros, que es una pasta, para los conciertos para la enseñanza privada. Todo aquel que va a una escuela religiosa, se le paga íntegramente. No sé si lo que quiere la Iglesia es volver a los privilegios de los años 50, cuando te multaban por trabajar el domingo, o te castigaban por no ir a misa o por comer carne en Semana Santa, si no eras rico y no podías pagarte la bula…Como católico, no entiendo la postura contra el Gobierno de la Iglesia y he hablado con obispos que me dan la razón. El problema es que la Iglesia tiene una rama dura que está en el monte. Yo me considero católico, pero a mí no me representan los obispos que dicen que la democracia está en peligro o que la familia católica está perseguida ¡Pero qué dicen! ¡Eso no se lo cree nadie! Y no entiendo cómo el PP se amarra a ese discurso de la Iglesia, porque mantendrán prietas las filas entre su sector más duro, pero con eso no ganarán las elecciones…
(Ver entrevista completa en «El Plural»: http://www2.elplural.com/politica/detail.php?id=16829)
