La expresión ?relanzamiento de las Cebs.?? fue acuñada y lanzada en el Encuentro Latinoamericano de asesores de Cebs. y en Encuentro Latinoamericano de Cebs. en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia (1 al 5 de julio del 2008).
1.- ¿Por qué relanzar las Cebs? La V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y Caribeño (Mayo del 2007) presenta una oportunidad para que el tema de las Cebs se ponga en la mesa de discusión y de vivencia de la iglesia. Para comprender el significado de esta afirmación, habrá que hacer un poco de historia.
Medellín fue la Conferencia Episcopal Latinoamericana (1968) que propuso las Cebs como experiencia original de la Iglesia, teniendo en cuenta la identidad expresada en el concilio Vaticano II y enraizada en la experiencia de pobreza del Continente de la Esperanza, tal como lo llamó el Papa Pio XII. El Espíritu Santo fue el que inspiró y guió esta vivencia en diversas Iglesias particulares de América Latina. Medellín fue quien la retomó y le dio carta de ciudadanía (Med 15,10).
Los años ?70 fueron de mucha creatividad y compromiso. Las Cebs. se multiplicaron y se comprometieron hasta el martirio, en la lucha por liberar de la pobreza a los millones de habitantes del continente que vivían en la miseria y en la pobreza, no causada por el designio de Dios, ni por la falta de voluntad de ellos, sino por la injusticia y la dependencia a la que estaban sometidos por las estructuras de pecado. Estos años fueron de un gran avance en la reflexión teológica y en la vivencia eclesial.
La Conferencia de Puebla (1979) vino a reafirmar lo que se había constatado en Medellín y afirmó que lo que en Medellín era una esperanza, ahora se manifestaba como una realidad (DP 96). La década de los ?70 fue de gloria y de martirio para las Cebs. La iglesia en A. L. caminaba entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios. Sin embargo, ya en Puebla iniciaron los ataques por parte de obispos y de presbíteros. El Papa Juan Pablo II con su actitud agresiva contra el Comunismo, vio en las Cebs células inspiradas en la ideología marxista.
No se hicieron esperar los documentos: La Congregación para la doctrina de la fe, publicó dos exhortaciones sobre la Teología de la Liberación, en 1984 y 1986. Esto marcó el inicio de una etapa de sospecha y de ataques en las diócesis hacia las Cebs. Cuando cayó el muro de Berlín, muchos afirmaron que era el fin de las Cebs y de la Teología de la liberación, lo que confirmaba la desintegración de la URSS.
La segunda mitad de los ?80, la de los ?90 y parte de los primeros años del tercer milenio fueron años en que se atacó fuertemente a las Cebs. De la sospecha se pasó a la crítica y de esta a la indiferencia. Muchos que habían trabajado en este Modelo de Iglesia se retiraron y cambiaron su opción. Muchas Cebs desaparecieron, pero otras resistieron. Todo esto hizo que estuvieran en franco reflujo y que los movimientos eclesiales tomaran gran fuerza en las parroquias y en las diócesis. Los Obispos les retiraron su apoyo y en algunos casos, las combatieron abiertamente. En estos años, hablar de Cebs ya no era como en los años ?70, sentirse orgullosos por estar a tono con la renovación de la Iglesia, sino sentir sobre sí la sospecha de estar ligados a una ideología atea y violenta.
Con la convocación de la V Conferencia en Aparecida, el Espíritu comenzó a soplar en otro sentido. Y a pesar de que había una fuerte corriente de Obispos participantes en ella, contrarios a ellas, y de que hubo triquiñuelas para que no aparecieran en el documento, que no lograron su objetivo, la mayoría de los Obispos constataron como una riqueza eclesial la experiencia de las Cebs, inspiradas en la vida de las Primitivas Comunidades apostólicas. Se les reconoció ser escuelas de misioneras y ser ?primera célula de estructuración eclesial?? (DA 178).
Relanzar las Cebs es ponernos en camino en el sentido que marca el Espíritu. Es él quien ha dado los primeros pasos; a nosotros nos toca colaborar con él, poner lo que está de nuestra parte para que la iglesia camine por los caminos señalados por Dios.
2.- ¿Qué significa relanzar las Cebs?
Significa volver a entusiasmarnos por las Cebs y por el Modelo de Iglesia de los pobres. Es un volver a promover nuevas Cebs y fortalecer las ya existentes. Es un trabajar con entusiasmo y creatividad por aumentar cuantitativa y cualitativamente las Cebs.
2.1.- Es ante todo una experiencia espiritual y misionera. Es sentir el llamado de Dios a vivir la Iglesia al lado de los pobres, siguiendo los pasos de Jesús. Es colaborar para que el Reinado de Dios acontezca en nuestro mundo. Es construir la iglesia, continuadora de la Misión de Jesús. Es comprometerse en la construcción de la vida digna, a través de la promoción humana y la transformación de las estructuras eclesiales y sociales.
Para relanzar las Cebs es necesario entrar en una honda experiencia espiritual, alimentada en la Palabra de Dios, en los sacramentos, en el testimonio de los mártires, en el compromiso de los pobres, en su realidad que clama al cielo. Es enamorarse de este modelo de Iglesia y tener una creatividad grande para buscar los caminos para colaborar en la obra del Señor. Es amar a Cristo, de tal manera que nos sobren caminos para cumplir la Misión y no tengamos pretextos para no comprometernos.
Dios es el Señor del Reino, es el principal interesado en esta obra. Nosotros somos sólo siervos, que hacemos lo que tenemos que hacer. Esto nos llena de una gran esperanza y nos libera de muchas presiones. El es arquitecto, nosotros somos los albañiles.
2.2.- Es una experiencia de renovación teológica. Hay que romper muchos moldes a los que estamos acostumbrados. Es pasar de la experiencia grupal que hemos vivido durante años y que no nos ha dejado avanzar y pasar a la vivencia comunitaria. Pasar de ser grupos a vivir la Iglesia de Jesús en la base. Es pasar de una teología de conservación a una teología misionera. Esto supone una renovación de la mentalidad.
Es aclarar la identidad y misión de las Cebs. Es volvernos a aclarar que las Cebs son un nuevo modelo, nivel y proceso de Iglesia. Es darnos cuenta que el Modelo de Iglesia de los pobres tiene otros niveles de Iglesia que tienen que promoverse y articularse: la parroquia, comunidad de comunidades, y la diócesis, Iglesia inculturada con rostro propio. Es aclararnos la Misión, que no es cuantitativa, sino principalmente cualitativa, es estar al servicio del Reino de Dios, es estar al servicio de la promoción de la vida digna para todos.
2.3.- Es una experiencia de renovación y conversión pastoral. Para esto se necesita el que con creatividad se utilicen todos los instrumentos pastorales al servicio de las Cebs, de la parroquia, comunidad de comunidades y de la diócesis, Iglesia inculturada con rostro propio, como planeación estratégica, programaciones, visitas, reuniones, encuentros, asambleas, los medios de comunicación masivos y digitales.
Para esto se ha preparado una ?Planeación estratégica??, que hay que saber utilizar. Hay que saberla adaptar a las circunstancias concretas de la parroquia, de la diócesis, de la región y a nivel nacional. Hay que concretizarla en programaciones, con sus actividades, sus tiempos y sus responsables. Es una planeación a largo plazo que tiene, dos grandes etapas: 2009- 2012 y 2013-2016. Pero también se ha preparado un plan de ?Relanzamiento de las Cebs.?? a corto plazo que sugiere actividades para iniciar este relanzamiento de las Cebs. Actividades que hay que saber elegir según las necesidades y posibilidades, y hay que realizarlas y evaluarlas.
CONCLUSI?N.
Todo esto nos llevará a pasar, como dicen los obispos, en el Documento de Aparecida, de una pastoral de mera conservación a una pastoral misionera (DA 370). Esto supone una conversión pastoral, un abandono de estructuras de una pastoral de neocristiandad.
Esta coyuntura eclesial es un kairós, es un tiempo de gracia, que no tenemos que desaprovechar. No pensemos que permanecerá por muchos años, oportunamente vayamos con esperanza dinámica a sembrar la semilla, confiando en que el Señor le hará dar mucho fruto.
(Información recibida de la Red MUnidal de Comunidades Eclesiales de Base)