Enviado a la página web de Redes Cristianas
Los mensajes institucionales ya forman parte de la parafernalia navideña como si de la lotería, el belén, el turrón o los villancicos se tratara. Los mensajes y el sonsonete de los mismos son tan previsibles y anestesiantes como el ?Beben y beben y vuelven a beber????
Si de verdad quieren ser originales y certeros con sus mensajes, sugiero que el Papa no lo pronuncie desde la Basílica de San Pedro, sino desde un establo; si de verdad el Rey quiere ser contundente, que no lo lleve a cabo desde el Palacio de la Zarzuela y desde un saloncito impersonal y estudiado, sino desde el barrio de Pedralbes con la casa de su hermana de fondo; si de verdad Rajoy quiere ser creíble, que no lo emita desde el Palacio de la Moncloa, sino desde en una de las innumerables colas del paro, un banco de alimentos o un comedor social.
Comprendo que, en estas fechas de concordia y buenos deseos, la gente aproveche para descansar de la comedia política y para lamerse las heridas del tsunami de la crisis económica e institucional, pero lo que realmente deberíamos hacer cada año en estas fiestas es llenar las plazas de toda España con mensajes alternativos que de verdad expresaran la realidad que nos circunda.