Escribo estas reflexiones sobre todo para mí mismo: por necesidad de serenarme ante la barbarie del atentado del viernes en París. Temo que muchos no las acepten. Pediría que intenten reflexionarlas antes de condenarlas.
1.- Hay al menos una cosa en la que todos estaremos de acuerdo: los autores de semejante salvajada son unos verdaderos monstruos. Agrava esta constatación el que no se trata de seis o siete monstruos excepcionales sino de decenas o centenas de miles; y sin duda más monstruosos los organizadores que los pobres ejecutores. ··· Ver noticia ···
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