Aún nos faltaba conocer lo peor.
Es el récord alcanzado por la iglesia católica en Pennsylvania, y es la realidad cotidiana de una forma de entender la religión como dominio, la sacralidad como violencia, el sacerdocio como impunidad
Siete décadas de agresiones sexuales continuadas a menores, más de mil víctimas, un telón opaco de silencio sistemático y una técnica refinada para orillar inconvenientes potenciales a los depredadores. Es el récord alcanzado por la iglesia católica en Pennsylvania, y es la realidad cotidiana de una forma de entender la religión como dominio, la sacralidad como violencia, el sacerdocio como impunidad. ··· Ver noticia ···
Masculinidad sagrada y violencia -- Paco Rodríguez de Lecea, Escritor
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