La iglesia de base ha salido ayer a las calles de la ciudad para denunciar las diferentes situaciones problemáticas por las que atraviesa el país y que afectan a millones de personas. El paro, los desahucios, los recortes de la sanidad y la educación, la merma de los servicios sociales o las preferentes bancarias han estado presentes en la manifestación que ayer recorrió las calles del casco viejo y en la que participaron más de doscientos cristianos de base.
La marcha se inició delante de la Facultade de Ciencias da Educación, en la que los integrantes de la misma han venido celebrando una reunión de Redes Cristianas, y finalizó en la plaza do Toural. En el transcurso del recorrido los manifestantes, que portaban paraguas con diferentes colores, corearon consignas relacionadas con el motivo de la convocatoria, que se desarrolló bajo el lema Provocando rebeldías. Una pancarta con dos siluetas representando a la Virgen María y a San José llevaba impresa la leyenda «Stop Desahucios».
En el manifiesto leído al final de la manifestación se hizo mención especial a este problema a través de la denuncia de «todos y cada uno de los desahucios llevados a cabo por la fuerza, sin buscar soluciones dignas». Los cristianos de base clamaron también contra el «desmantelamiento» de los servicios, el recorte de derechos laborales y otras situaciones que provocan sufrimiento en la población. Los bancos también estuvieron en el punto de mira por la «insaciable sed de dinero y poder de los tradicionales banqueros».
Los participantes en el acto se mostraron persuadidos de que Jesús seguiría hoy la misma actitud de rebeldía en contra de las injusticias y reclamaron una actitud de la jerarquía eclesiástica acorde con la línea que preconiza el papa Francisco.