Alain Leroy llega mañana a Chad para negociar con el Gobierno del país
Refugiados sudaneses en el Chad.
Más de medio millón de personas en el Chad y la República Centroafricana (CAR) se quedarán sin protección si no se renueva el mandato de la Misión de las Naciones Unidas (MINURCAT), según advierte el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria.
La advertencia del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) se produce mientras el subsecretario de la ONU para Operaciones de Paz llega a Chad para una visita de dos días. Chad ha pedido que la Misión de las Naciones Unidas abandone el país, más de un mes antes del final del mandato.
En el informe realizado por Jesús Núñez, director del IECAH, se advierte de los riesgos graves que enfrentarán más de medio millón de personas si se quedan sin protección en un entorno inseguro y sin ley como el este de Chad.
“La comunidad internacional y especialmente los miembros del Consejo de Seguridad no deben dejar más de medio millón de personas abandonadas en un territorio sin ley, como el este de Chad. Es su responsabilidad tirar de los hilos para asegurarse de que la ONU renueve su mandato y asegure la protección efectiva de estas personas. “
Apenas unas semanas antes de que expire el mandato de la Misión de la ONU, el Gobierno del Chad ha notificado la ONU que no quiere renovar el mandato después de marzo de 2010. Esta declaración ha llegado menos de un año después del despliegue de la Misión. La fuerza de paz de la ONU ni siquiera ha alcanzado el despliegue total de 5.200 efectivos previsto en su mandato. La razón invocada por el Gobierno para su decisión es el lento despliegue de la misión, el escaso impacto en materia de seguridad sobre el terreno y el cambio general en el contexto que en su momento había justificado la presencia militar internacional.
Aunque la respuesta de las Naciones Unidas no haya logrado las expectativas iniciales, la Misión de Paz de las Naciones Unidas y el Destachément Integré de Sécurité (DIS) – un cuerpo policial chadiano entrenado, apoyado y supervisado por la ONU – son cruciales para mantener la seguridad en el Chad. La realidad en terreno pone en evidencia que a pesar de su lento despliegue y sus problemas, la MINURCAT ha ayudado a mejorar la seguridad en los campos y sus alrededores. Los dos organismos están ejerciendo un papel que el Gobierno del Chad es actualmente incapaz de llevar a cabo de manera integral y responsable.
“Sr. Le Roy verá por sí mismo: las personas de Chad y de la República Centroafricana necesitan protección. Las personas lo están exigiendo. Se debe abordar con honestidad los problemas de la Misión, pero también asegurar su presencia hasta que el Gobierno de Chad esté preparado para garantizar la protección de los civiles en el este de Chad “, dijo Núñez.
El supuesto cambio en el contexto subrayado por el Gobierno de Chad incluyendo los acuerdos con Sudán y la reducción de la capacidad de los rebeldes no se han traducido en seguridad y protección de los desplazados internos, refugiados, comunidades de acogida y personal humanitario. A pesar de la supuesta disminución de la capacidad de los rebeldes, los refugiados, los desplazados internos y las comunidades locales siguen expuestos a actos de bandida. También siguen aumentando las tensiones entre las poblaciones a causa de la escasez de recursos.
“El presidente Déby tiene ahora la oportunidad de mostrar a la comunidad internacional su deseo de proteger a su propio pueblo. Sin embargo, su Gobierno todavía tiene que tratar muchos factores internos y estructurales que demostrarían que está preparado para hacerlo. La MINURCAT sigue siendo el mejor instrumento para garantizar la seguridad de los civiles, y la negociación en curso debe ser el punto de inflexión que la convierta en una misión exitosa “, agregó Núñez.
267.000 refugiados sudaneses y 57.000 refugiados de República Centroafricana, así como 170.000 chadianos desplazados y las comunidades que viven en el este de Chad necesitan protección.
A petición del Gobierno del Chad, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó, en septiembre de 2007, el envío de una misión multidimensional al este de Chad. Esta consistió, inicialmente, de: un componente civil de la ONU (MINURCAT), la creación de un cuerpo de policía chadiano. El Destachément Integré de Sécurité (DIS)- encargado de manejar la inseguridad en los campos de refugiados y zonas de desplazados internos, la protección de las actividades humanitarias y la formación una estructura de policía local chadiana, y un componente militar formado por 3.700 tropas de la EUFOR, la fuerza de transición comandada por la Unión Europea centrada principalmente en la protección de los civiles. Esta fuerza tenía que ser remplazada por 5.200 efectivos de la MINURCAT II en marzo de 2009, con un mandato similar.
A mediados de febrero de 2010, el despliegue de la MINURCAT II se sitúa alrededor del 68%, se han entregado menos de la mitad de los helicópteros comprometidos, las bases en el terreno no se han completado debido a retrasos logísticos y los nuevos contingentes de tropas no siempre cumplir con los requisitos mínimos de la Fuerza.