«Siempre se recorta por la parte más débil»
Waldo Fernández, responsable en Haitío: «La situación humanitaria sigue siendo muy grave»
Waldo Fernández denuncia la injusticia que se esconde tras el terremoto de Haití
Manos Unidas denunció ayer que el recorte de las partidas presupuestarias que el Gobierno de España dedicaba a cooperación al desarrollo -800 millones en 2010 y 2011- «ha abierto la veda» a que los ayuntamientos, especialmente el de Madrid, hayan reducido sus partidas presupuestarias en esta materia.
En una rueda de prensa ofrecida en la UIMP, la técnica de Programas de Manos Unidas Patricia Garrido Llamas ha advertido de que la decisión del Ejecutivo central deja «vía libre» a los entes locales para reducir su aportación en cooperación al desarrollo.
Garrido Llamas ha recordado, en este sentido, que la responsable de Cooperación del Ayuntamiento de Madrid, Concepción Dancausa, citó «palabras del presidente Zapatero en el debate sobre el estado de la nación» sobre la necesidad de «ajustarse el cinturón», para argumentar la congelación de las convocatorias municipales de 2010 y 2011 en que las ONG pueden pedir financiación para sus proyectos.
«El problema es que, a nuestro entender, siempre se recorta por la parte más débil», ha afirmado Garrido Llamas, quien ha lamentado que uno de los recortes más importantes provenga del «ente local que más dinero dedicaba a la cooperación al desarrollo» y que «en los últimos ocho o diez años tenía planes estratégicos» y «una política muy buena en la materia».
La técnica de programas de Manos Unidas se ha pronunciado así en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, donde se celebra el seminario «Economía, ecología y ética. Caminos de desarrollo a la pobreza», en la que también ha participado el responsable de programas para Haití de la ONG, Waldo Fernández.
Fernández, que ha admitido que «no hay capacidad jurídica para hacer una apelación ni para ir a los tribunales» para reclamar que se dé marcha atrás en los recortes, ha destacado que la reducción de las partidas presupuestarias en cooperación al desarrollo significa «un cierto retroceso moral».
Waldo Fernández ha declarado que hay que valorar «como una conquista social la lucha por que el 0,7% del PIB se destinara a cooperación, una meta que, sin alcanzarse, instauró en la sociedad la idea de que es necesario apoyar económicamente a los países en desarrollo.
Además, Fernández ha recordado que «la mayor parte de las ONG de ayuda al desarrollo dependen fundamentalmente de las subvenciones de los organismos públicos (no así Manos Unidas, con más de un 80% de aportaciones privadas, según ha afirmado)», y ha indicado que algunas de ellas están ahora en estado de «inanición».
Por otra parte, Fernández ha alertado de que «la situación humanitaria sigue siendo muy grave en el país caribeño», ya que, casi siete meses después del terremoto, «aproximadamente 800.000 haitianos» continúan viviendo «la misma situación de emergencia que vivieron tres días después del terremoto».
Fernández ha señalado, además que, hasta el mes de octubre, cuando acaba la temporada de ciclones, la «vulnerabilidad sanitaria» de los desplazados, desnutridos, subalimentados, con riesgo de todo tipo de epidemia en los campamentos donde viven, «se eleva hasta la enésima potencia». (RD/Efe)