Manifiesto de la Iglesia luterana costarricense sobre los actos de violencia que han protagonizado personas noindígenas contra las personas comunitarias e indígenas bribris del territorio de Salitre

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

«Ay de aquellos que juntan casa con casa y hacienda con hacienda hasta hacerse dueños de todo el país» (Isaías 5:8)
La Iglesia Luterana Costarricense, en seguimiento de Jesús, quien dijo: «Bienaventurados los… porque ellos heredarán la tierra», se solidariza con las comunidades indígenas de Salitre, ante los siguientes hechos:

El domingo 30 de setiembre en horas de la mañana, en Cebror de Salitre, en Buenos Aires de Puntarenas, indígenas de los diversos territorios de ese Cantón: Ujarrás, Cabagra, Térraba, Boruca, Rey Curré y China Qichá, se reunieron pacíficamente, para mostrar solidaridad con las acciones de recuperación de tierras que han venido haciendo las personas comunitarias Indígenas Bribris de Salitre.

En horas de la tarde, en una de las fincas recuperadas, comenzaron a aglutinarse personas no indígenas, con franco ánimo amenazante, y utilizando diversos instrumentos, y a la vez con algunas armas como método disuasivo, comenzaron a extender una cerca con alambres de púas, con la intención de cercar la propiedad.

Frente a la oposición de algunos indígenas, las personas invasoras comenzaron a agredirlos, al grado de que el indígena Baltodano Morales Figueroa terminó en el centro hospitalario, con varias puntadas en su cráneo.

Durante el día lunes 1 de octubre, todo sigue en tensa calma en la finca, de manera que los indígena se encuentran vigilantes de las tierras ancestrales recuperadas ?y con la intención de quitar la cerca que impusieron las personas invasoras-, y las personas no indígenas que cada vez son más, y tienen ánimo más amenazante, detonando esporádicamente , según el testimonio de algunos, armas de fuego.

El Programa Indígena ?Área Jurídica de nuestra Iglesia, se mantiene (como parte de un grupo de entidades amigas indígenas y no indígenas) solidario apoyando las acciones de defensa de los derechos indígenas, y preparó en la madrugada de este lunes, por solicitud de las personas indígenas que se encuentran en el lugar, una denuncia penal que fue presentada por la representación indígena, en horas de la mañana del lunes en la Fiscalía Indígena.

Los indígenas son dueños inmemoriales de estas tierras, inclusive el sistema jurídico declaró desde el año 1939 con la Ley de Baldíos, que todas las tierras donde habitaban estas comunidades , eran de su propiedad, y por eso desde 1956 se dieron decretos con el fin de regular este derecho. Sin embargo, por acciones propias de personas abusadoras y usurpadoras, en muchas de estas áreas, los indígenas fueron perdiendo paulatinamente las tierras.

Por ejemplo el Censo del año 2000 demostraba que la mitad de las personas indígenas en Costa Rica vivían fuera de las tierras ancestrales, y eso en gran parte era producto de que intereses no indígenas las ocupaban, de manera ilícita.

En la zona de Buenos Aires, en general las personas indígenas que ocupan tierras dentro de los territorios no tienen papel alguno que les acredite legítimamente su derecho, y en caso de que cuenten con alguna documentación, esta está originada en la transmisión de un derecho que no tiene validez, ya que al ser tierras inalienables desde al menos el año 1956 (o quizás desde el año 1939), nadie puede ser tenido como poseedor de buena fe.

Y es que en su mayoría, las tierras que fueron arrebatadas a los indígenas, pasaron de manos en manos, a sabiendas de que se trataban de tierras indígenas. Por eso nadie puede alegar desconocimiento de que estas son tierras indígenas.

La Iglesia Luterana Costarricense, pese a que hace un llamado a todas las partes para que no se dejen llevar por acciones de agresión que causen lesiones o males mayores a las personas que ahí se encuentran, reconoce, como siempre lo ha hecho, el derecho histórico de los Pueblos Indígenas a sus tierras.

En tal sentido, insta a las autoridades estatales, para que encuentren una solución a esta situación, la cual pasa por encontrar tierras donde se traslade a las personas no indígenas que con ánimo pacífico se mantienen en estas áreas , a sabiendas, de que estas no tienen derecho alguno a ser indemnizadas por no ser poseedores de buena fe.

Y del mismo modo, que siente las responsabilidades en los sectores agresivos que promueven la confrontación pues saben que no les asiste ningún derecho. Especialmente abogamos por las familias no indígenas pobres, que se encuentran en las tierras indígenas realizando labores de ?cuidadores de fincas?? de grandes terratenientes y ganaderos invasores, a estas personas trabajadoras de la tierra les instamos a comprender que su realidad es más cercana a las de los pueblos indígenas, que a la de sus patrones, y que por eso, no deben ser parte de las acciones confrontativas. No deben prestarse a agredir a las personas indígenas, quienes tienen un derecho histórico de
reclamar sus tierras ancestrales.»

Se supo que este martes 2 de Octubre, se emitió y se ejecutó a primeras horas de la tarde una orden judicial para deshacer la cerca que habían construido los invasores. La Iglesia Luterana hace votos para que esta acción de la justicia sirva para que se inicie una nueva era en el ámbito del respeto a los derechos de los pueblos indígenas».

Nuestra Iglesia confía plenamente en que el Espíritu de la Vida, esa Fuerza que anima, consuela, ilumina y da fuerzas para resistir, vive y se manifiesta de distintas maneras y bajo diversos Nombres, en los sueños y luchas de los pueblos aborígenes de nuestro país. Que ese mismo Espíritu haga crecer la reconciliación y la paz que nacen de la justicia y del respeto pleno a los derechos de las comunidades indígenas sobre sus territorios.