La Asociación Comunidad de Cristianas y Cristianos de Madrid Homosexuales LGTB CRISMHOM, con motivo de la celebración del día de la mujer trabajadora el 8 de marzo, hace suyas las peticiones, los sufrimientos, las penalidades, los anhelos, las alegrías, las reivindicaciones y las voces de tantas mujeres que a lo largo de la historia han sufrido la discriminación por el único motivo de ser mujer, y aboga por la igualdad de derechos y posibilidades de ambos sexos en todos los ámbitos sociales, políticos, económicos, laborales, educativos y religiosos, sin distinción tampoco de raza, creencia, orientación sexual o de identidad de género.
Desde CRISMHOM hacemos nuestra la lucha de tantas mujeres homosexuales, bisexuales, transexuales y heterosexuales que han llegado incluso a arriesgar su vida por defender su libertad y la de tantas congéneres, a las cuales admiramos y mostramos nuestro profundo respeto y solidaridad. Nos unimos a la oración y reivindicación de las mujeres que viven bajo el yugo del maltrato, de la explotación sexual, de la pobreza, de la discriminación racial, laboral y social; nos unimos en la oración de y por las mujeres que son discriminadas por su orientación sexual o por ser transgénero.
Por lo tanto, desde CRISMHOM, desde nuestra fe y convicciones, DENUNCIAMOS:
– Toda preponderancia de estructuras patriarcales que subyugan a la mujer a un mero papel de esclava del varón;
– Que algunas religiones relegan a la mujer a un segundo plano, exonerándola de todo derecho, eliminando cualquier vestigio de dignidad y basan sus argumentos en vagas disquisiciones que no tienen una base teológica sólida. Que incluso marginan tanto a la mujer que imponen estilos de vestir y comportamientos totalmente denigrantes y que anulan su personalidad;
– La situación de muchas mujeres, en gran proporción inmigrantes, que sufren violencia de género a manos de sus parejas masculinas, y que no se atreven a denunciar por la falta de medios a su alcance para hacerlo.
– La dificultad existente para las mujeres de cara a acceder a puestos de mayor responsabilidad en empresas, la mayoría privadas, sólo por el hecho de serlo y por la posibilidad de que puedan ejercer su derecho a ser madres, derecho este que de ser llevado a la práctica implica en muchos casos el despido encubierto; además, la injusta realidad de que las mujeres cobren menos en puestos de la misma responsabilidad es una práctica, por desgracia, demasiado extendida.
– La escasez de medidas de apoyo a mujeres sin recursos que se quedan embarazadas y que no tienen medios para sustentar a la vida que nace;
– La continua permisividad en determinados países asiáticos en los que se obliga a las mujeres a abortar si la criatura que llevan en su vientre es una niña;
– El lenguaje machista que es producto de culturas que no han tenido respeto por la igualdad de sexos y la dignidad de las mujeres;
– La situación de muchas mujeres en países de África, América y Asia en los que sencillamente son consideradas inferiores por el hecho de no ser hombres;
– La doble discriminación que sufren las mujeres lesbianas
– El rechazo a las mujeres transgénero, que no son respetadas por el desconocimiento de su realidad;
– Que muchas mujeres son todavía vendidas como esclavas o como esposas, y que millones de ellas no tienen derecho a decidir con quién se quieren casar y formar una familia;
– Que muchas mujeres son engañadas para ser explotadas como meros juguetes sexuales, anulándolas como personas y mancillando su dignidad.
Como Cristianas y Cristianos que seguimos a Cristo, que trató a la mujer con igual dignidad que al varón, y que nos enseña que todas y todos, mujeres y hombres son nuestras hermanas y hermanos,
PEDIMOS:
– A los gobiernos:
o Que establezcan políticas reales de igualdad en todos los ámbitos laborales, sobre todo en el campo salarial;
o Que se desarrollen políticas educativas que enseñen y promuevan el respeto por la dignidad humana y su diversidad en todos los aspectos: raza, sexo, orientación sexual, creencias religiosas, identidad de género y libertad de pensamiento;
o Que se lleven a cabo planes sociales para evitar la violencia de género, la pobreza, la desprotección y eviten situaciones trágicas para tantas mujeres;
o Que se lleven a cabo planes sociales para evitar la violencia de género, la pobreza, la desprotección, la explotación, y cuantas situaciones se deriven del abuso sobre la mujer en el mundo.
o Que se establezcan políticas de protección y concienciación de las mujeres de países menos desarrollados que sufren por estar bajo gobiernos totalitarios y regímenes patriarcales que denigran al sexo femenino y que no las equipara al nivel de los hombres, lo que las conduce a no ser tratadas como personas. Las mujeres deben ser las primeras en saber que son iguales y no debería haber ningún sistema que así actúe;
– A las empresas:
o Que establezcan políticas salariales igualitarias y que no prohíban a las mujeres poder compaginar su trabajo con su vida familiar y la posibilidad de que puedan traer nuevas vidas al mundo;
o Que se comprometan a racionalizar los horarios para que tanto hombres como mujeres puedan conciliar vida familiar y laboral;
o Que introduzcan en sus protocolos de actuación la erradicación de situaciones de acoso sexual y moral, del que muchas mujeres son víctimas.
– A las instituciones religiosas:
o Que no subyuguen a la mujer respecto al varón y que reconozcan que ambos sexos son iguales en derechos y potencialidades;
o En el ámbito cristiano, pedimos a la Iglesia Católica que equipare a la mujer y al varón en derechos y deberes y que permita que los sacerdotes sean de ambos sexos, ya que ello no menoscaba la obra de Dios, sino que la enriquece;
o Que ser mujer no sea excusa para discriminarla y relegarla a tareas de servidumbre y actitudes de sumisión hacia el hombre;
o Reconocer que la Mujer en la Iglesia tiene mucho que aportar, y que su riqueza es bendición de Dios.
– A los hombres:
o Que reconozcamos de manera efectiva que hombre y mujer han sido creados por Dios a imagen y semejanza suya, que son por tanto parte de la Creación, y como tales, un tesoro que hemos de cuidar.
o Que no tenemos ningún derecho a denigrarlas, sino que nuestro deber es respetarlas y ayudarnos mutuamente para construir un mundo mejor y hacer realidad la obra de Dios;
o Que ninguna mujer sea marginada por razón de su orientación sexual o identidad de género;
CRISMHOM
8 MARZO 2009