Enviado a la página web de Redes Cristianas
En otros tiempos, ante una situación con riesgo para la vida, primero se socorría a mujeres, niños y ancianos, y después al resto. Pero, ahora, en la emergencia sanitaria del COVID-19, algunos políticos y autoridades, con conductas poco edificantes, han cambiado la prioridad de socorro anterior por el sálvese quien pueda.
De modo que, ante la incredulidad de la ciudadania que espera pacientemente, se han saltado la cola, se han puesto los primeros en la fila y se han quedado tan frescos. Alguno de ellos incluso asegura que no quería vacunarse, pero que le han obligado. Ya me imagino a este pobre consejero perseguido por personal sanitario armado con jeringuillas en mano, siendo al final reducido e inoculado entre gritos, sollozos y lamentos.
Es verdad que estas autoridades, indignas de representarnos, son personal de riesgo, pero no de que se contagien, sino de que nos contagien su mal hacer. Un líder que no es capaz dar ejemplo no merece el honor de ejercer como tal.
/ Antoñán del Valle ( León)