Alandar
Este jueves y viernes santo me acompaña la presencia de Etty Hillesum, una mujer que partió su cuerpo como el pan y lo repartió en el infierno de los campos de exterminio y al hacerlo alumbró la esperanza en los infiernos humanos.
Nací en Middelburg (Holanda) en el año 1914. Mi madre, Rebeca Bernstein, era una judía rusa emigrante y mi padre Louis Hillesum, un profesor de lenguas clásicas. Tuve dos hermanos: mi querido Mischa, pianista y siempre frágil de salud, y Jaap, médico. Ver noticia original en …