Lula y el capitalismo salvaje -- Vijay Pras-had y Zoe Alexandra

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Fuente: Observatorio eclesial
Juliana Cardoso está sentada en su oficina frente a un mandala lavanda, naranja y amarillo que fue hecho pa-ra ella. Ha formado parte del concejo municipal de la ciudad de Sao Paulo desde 2008. El 2 de octubrede 2022, como candidata del Partido de los Trabajadores (PT), ganó un escaño en la Cámara Federal de Diputados de Brasil.

En abril de 2022, Cardoso escribió que los derechos de los indígenas no provinieron de la bondad de aquellos en el poder, sino de lasluchas por siglos de los pueblos indígenas. Aunque garantizados en la Constitución [de 1988], a diario estos derechos están amenazados. Su trabajo político ha estado definido por su compromiso con su propia herencia indígena, pero también por su profundaantipatía hacia el capitalismo salvaje que ha canibaliza-do su país.

Bolsonaro había acelerado un proyecto que Cardoso calificó de avalancha de capitalismo salvaje. Es un capi-talismo que mata, que destruye, que hace mucho dine-ro para pocas personas. Los actuales beneficiarios de este capitalismo se niegan a reconocer que los días de ganancias ilimitadas casi terminaron. Estas personas ?cuya mayoría apoyó a Bolsonaro?vi-ven en su propia burbuja; con mucho dinero, con pisci-nas.

La reciente victoria electoralde Lula no detendrá de inmediato su política de la muerte, pero sin duda abrió una posibilidad.Nuevos estudios sobre la pobreza en Brasil revelan hechos alarmantes. El de FGV Social de julio de 2022 encontró que casi 63 millones de brasileños ?30 por ciento de la población?viven bajo la línea de la pobreza (entre 2019 y 2021 se sumaron a ese porcentaje 10 millones de personas).

El Banco Mundial documentó las divisiones espaciales y raciales de la pobreza brasileña: tres de cada 10 po-bres en Brasil son mujeres afrobrasileñas en zonas ur-banas, mientras tres cuartos de los niños en la línea de la pobreza viven en zonas rurales. Las políticas de redistribución de la riqueza hacia arriba de Bolsonaro durante y luego de la pandemia contribu-yeron a la pobreza en general en el país, y exacerbaron las desigualdades sociales de raza y región que ya existían.

Esto, dice Cardoso, es evidencia del capitalismo salvaje que tiene atrapado a su país y que ha dejado a dece-nas de millones de brasileños en un hueco, sin espe-ranzas de vivir.Juliana incursionó en la política a través de las luchas desarrolladas por las Comunidades Eclesiásticas de Base (CEB) de la Iglesia católica, aprendiendo su ética a través de la teología de la liberación mediante el tra-bajo de Dom PauloEvaristo Arns y Paulo Freire.

Tienes que involucrarte con la gente en sus luchas, dialogar con ella sobre eso, dijo. Esta actitud hacia la construcción de luchas y dialogar con quien sea define a Juliana mientras se prepara pa-ra ir a Brasilia a asumir sucurul en el Congreso, domi-nado por la derecha.No somos burócratas, dijo. Somos militantes. Personas como ella que ahora estarán en el Congreso usarán el instrumento del mandato para avanzar en una agenda para mejorar las condiciones de la vida diaria.

Señalan-do el mandala en su oficina, Juliana dice: Creo que la parte lila es mi timidez. Su vida activa en política, dice, de alguna manera me cambió de ser una persona tímida a una mucho más firme. Existe una sola razón por la que estoy aquí, dice, y esa espara sembrar, tener esperanza por semillas que pelearán conmigo por la clase obrera, por las muje-res, durante esta difícil lucha de clases.Lula jurará como presidente el 1º de enero de 2023. Tendrá que enfrentar a un Congreso controlado por la derecha.

Esto no es nuevo, aunque el centrão, el blo-que oportunista delParlamento que controla las cosas, ahora tendrá que trabajar con los miembros de extrema derecha del mo-vimiento de Bolsonaro. Juliana y sus aliados de izquier-da serán minoría. La derecha, dice, entra en la política sin deseo alguno de abrir un diálogo sobre el futuro del país.

Muchos políticos de derecha son duros, formados por fake news y una actitud sofocante hacia el dinero y la religión. Odio, armas, muerte: estas son las palabras que parecen definir a la derecha en Brasil. Es por ellos que la política es muy violenta.

Lula es un as, dice Juliana. Pocos políticos tienen su capacidad para dialogar y convencer a otros sobre lo correcto de sus posiciones. La izquierda es débil en el Congreso Nacional, pero tiene la ventaja de Lula. Lula necesitará ser la gran estrella, dijo Juliana. Tendrá que liderar la carga para salvar al Brasil del capitalismo sal-vaje.Globetrotter* Periodista indio** Periodista y coeditora de Peoples Dispatch(jornada.com.mx) 18/11/2022