Para Reich, los verdaderos vitalistas son los que permanentemente buscan la plenitud de la vida, mas allá de las culturas y los sitios. Incluso para nosotros, compartiendo esta mentalidad, adoradores del mundo de la astrología por su apertura universal a lo verdadero, se manifiestan como los primeros ?católicos??.
En estos días, papá tuvo un accidente cerebrovascular y ya cuando todos temíamos que su convalecencia fuera larga, en una noche en el hospital en que me tocaba cuidarlo, me preguntó:»Hijo ¿Cuándo se iluminó Jesús? Le dije:»Mirá papi, creo que desde la venida de los reyes magos, ?l y su entorno fueron comprendiendo que lo que estaba pasando era serio».
En realidad, yo mismo nunca había pensado por qué esa fiesta es tan importante. Será por eso que hoy muchos cristianos se preguntan: «¿Es cierto que el cristianismo que viene es más mágico que de reyes?»
Para cierta mentalidad, católica la magia y los magos están reñidos con el cristianismo, no así la realeza. Cierta nueva sensibilidad, creo que más cristiana que católica, parece intuir que aquella impostación del catolicismo, y muchas estructuras de poder, como los partidos políticos, son estructuras grupales de carácter piramidal, como tantas otras, en las que hay una base a partir de la cual se suceden estratos ascendentes hasta llegar a la cúspide de la pirámide donde están instalados los líderes.
Los estratos más cercanos a ella pueden perder relaciones con la base, con los líderes de la cúspide. Incluso la ideología y la praxis de la base pueden diferir espectacularmente de las posiciones ideológicas y prácticas de los líderes de la cúspide.
Es muy raro, por no decir imposible, que en una estructura grupal piramidal, la base se retroalimente energéticamente con la cúspide. En la actualidad no son pocos los católicos de base enfrentados ideológica y pastoralmente con los papas y sus cardenales, y pienso que ésto pasa en la base de los partidos políticos de nuestras democracias incipientes.
En la Iglesia Católica, la base puede presentar crisis con su cúspide, y llegar a posturas irreconciliables. Como se sabe, la base de la iglesia católica no es católica, sino cristiana, y para cualquier observador imparcial e informado, es claro que el cristianismo, pocos decenios después de la muerte de Jesús de Nazareth, empezó a erosionarse en su matríz de origen de cristianismo, mutando en un estilo de catolicismo de dudoso cristianismo. El cristianismo y el catolicismo se pudieron tocar en Asís con Francisco y el papa Inocencio III, pero convengamos en que siempre hay una tensión que marca la rispidez y las ansias de un verdadero aggiornamiento para darnos cuenta que estamos en camino.
Una lectura desapasionada de los Evangelios, tanto canónicos como apócrifos, y comparada con el Derecho Canónico, con los Documentos Conciliares, con las Encíclicas papales y demás documentos de los líderes católicos a lo largo de la llamada era cristiana, ha sido la que ha ido construyendo aquella urgencia de cambio.
Se puede diagnosticar que estamos lejos, aunque hay lecturas sociológicas más optimistas que consideran a este cristianismo, no traidor, sino en camino.
Quien Compara líderes puede constatar que aristas conviene limar : el Maestro Jesús de Nazareth, considerado su fundador, y al Papa Benedicto XVI, que se autodefine su Vicario en la Tierra. El primero, hijo del pueblo, pobre, trabajador, tan solidario con los pobres de la tierra, tan justo y tan libre ante los corruptos y explotadores que se enfrentó con ellos y en su intento dejó su vida. El segundo, con nombre de rey elegido por el, más bien emperador porque así va vestido, Jefe de Estado y monarca absoluto (el único del mundo desarrollado), rodeado de una corte de príncipes-cardenales, que reflexionan a veces sobre la pobreza y sobre la injusticia, pero que todavía viven suntuosamente en uno de los palacios (en realidad museo) con cierto lujo mundano. Se concluye que la cristiandad convoca todavía una energía de primado mas alineada con los reyes que quedan, que con los nuevos líderes espirituales.
Para cierta sensibilidad moderna, es mas fácil ver el Espíritu, en la actualidad, en los monjes budistas de Birmania obligados a echarse a la calle, y que murieron asesinados y torturados por implicarse en el dolor de su pueblo, de los que se sienten parte, que en nuestros estilos clericales. De allí que el hecho de que la cultura se haga más laica es, para muchos, un signo de maduración frente a un catolicismo poco cristiano.
Pareciera que el mundo actual necesita de manera urgente la radicalidad, la espiritualidad socialmente comprometida del cristianismo de la encíclica Dei est Caritas, no la teología y la liturgia desencarnadas del catolicismo decadente. Nuestro mundo, que cada vez se acerca más al «mondo cane», necesita con urgencia de seres como Jesús, Gandhi, Jerónimo Podestá, Luther King, Francisco de Asís, Juan Carlos Maccarone, Vicente Ferrer o los anónimos monjes budistas de Birmania asesinados por la justicia.
La fiesta de reyes recuerda a hombres que se reconciliaron mágicamente con lo más vivo, pudiendo ver a Dios en un establo (en lo que sus sociedades consideraron vergonzante).
¡Que lindo pedir este regalo de no perder de vista a Dios, aún en lo más pequeño! Aquello que la cultura imperial juzga banal e insignificante. Se trata de comenzar el año pletóricos de la luz desde nuestros establos.
¡Feliz fiesta de lo magos!, Que su vida pueda estar llena del éxtasis y la fascinación por aquel Dios que se hace carne en el amor que se tienen dos seres en un establo.
Capilla Santa Elena, Parque Pereyra Iraola. Argentina leonardobelderrain@ciudad.com.ar