Hermanos de Taizé, hermanas de San Andrés y algunos jóvenes voluntarios viven en Cochabamba en vistas al encuentro de octubre. He aquí el relato de algunas de las cosas con las que se han encontrado y que han vivido. A lo largo de los meses de febrero y marzo hemos ido contactando a los distintos agentes de pastoral (sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos) de cada vicaría de la arquidiócesis de Cochabamba. Estamos actualmente contactando a los distintos movimientos y grupos presentes en la arquidiócesis, muchos de ellos relacionados con comunidades religiosas a través del ámbito de la educación y de la promoción humana.
Ha sido un primer contacto con la realidad de la Iglesia cochabambina, rica en iniciativas, atenta y deseosa de caminar al lado de la gente, que atraviesa una realidad compleja: « El 11 de enero 2007 se ha convertido en una fecha significativa para todos los cochabambinos y todos los bolivianos. Algunos dicen que después de esta fecha Cochabamba no volverá a ser igual. Ese día las distintas clases sociales se enfrentaron en las calles de esta bella ciudad, conocida como la ciudad de los jardines. Los cocaleros que llegaron desde el Chapare se enfrentaron con miembros de la clase media. Dos personas fallecieron: un joven de 17 años y un campesino. »
Nuestro mayor desafío será por un lado proponer una preparación común para el encuentro de Cochabamba a agentes de pastoral que viven realidades sociales muy distintas, incluso dentro de la ciudad. La manera en que se trabaja con los jóvenes de la vicaría norte varía mucho en que se trabaja en las vicarías del sur, por ejemplo. La realidad de un joven que vive en la ciudad es muy distinta a la realidad de un joven que vive en la campo. Un gran desafío será el conseguir que jóvenes del norte y del sur, de la ciudad y del campo participen juntos en las Jornadas de Reconciliación, descubriendo que todos son parte de la iglesia y que necesitamos el don de cada uno para preparar un nuevo futuro.
Durante la última semana nos ha tocado también animar dos encuentros de oración en torno a Pentecostés a nivel de vicaría. Por un lado ello nos ha permitido introducir a muchos jóvenes de la arquidiócesis en la oración común meditativa con cantos de Taizé y al silencio. Por otro animar estas vigilias ha sido todo un desafío: « El fin de semana pasado ayudamos en la animación de varias vigilias de Pentecostés. Para mi fue un aprendizaje. Me doy cuenta que si queremos transmitir algo de nuestra vida a los jóvenes Bolivianos tenemos que aprender a hablar de otra manera. Todo un desafío. Usar el lenguaje de ellos pero también ser lo que somos. »
En otras regiones
La preparación para las Jornadas también está comenzando en otras regiones de Bolivia. En La Paz y El Alto ha habido sendos encuentros para preparar una pre-jornada como etapa hacia el encuentro octubre. En la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, la zona de los llanos rica en gas y prospera en la agricultura, ubicada en la parte oriente del país, se esta planificado un fin de semana de encuentros y oración en uno de los barrios más pobres. En los meses que vienen habrán visitas a Oruro, una de las regiones más desfavorecidas de Bolivia, con jóvenes en un centro de espiritualidad. Otras visitas se harán en Apolo, con jóvenes del Altiplano, en Reyes, Trinidad, Tarija y otros lugares de Bolivia.
Bolivia es un país con más de un millón de kilómetros cuadrados de superficie. Las distancias son inmensas y no siempre resulta fácil viajar debido al estado de las carreteras. Esto habrá que tenerlo en cuenta a la hora de organizar grupos de las distintas regiones del país para venir a Cochabamba. Nos damos cuenta de la importancia de la presencia de jóvenes de todo el país durante las Jornadas de Reconciliación.
Dentro de un mes comenzarán a venir jóvenes voluntarios de distintas regiones de Bolivia , de Chile, de Argentina, Brasil y de América del Norte y Europa para ayudar con la preparación. Algunos estarán haciendo visitas en las parroquias, grupos juveniles, colegios y comunidades religiosas de la Arquidiócesis de Cochabamba, preparando la acogida de los jóvenes que vendrán al encuentro. Otros estarán visitando las distintas diócesis del país y los países vecinos para invitar a los jóvenes a participar.
Cochabamba, por encontrarse en el centro geográfico de Bolivia, resulta un lugar ideal para realizar encuentros a nivel nacional. A menudo agentes de pastoral de las distintas diócesis del país se reúnen para intercambiar y compartir. En varias ocasiones, con ocasión de estos encuentros nos han pedido presentar las Jornadas de Reconciliación. Ello nos ha permitido conocer mejor las distintas realidades de Iglesia del país y explicar el sentido del encuentro. Hay mucho interés en los responsables de Pastoral Juvenil para que sus jóvenes tengan una experiencia de oración común con cantos de Taizé, de silencio y de compartir con otros profundizando la vida interior y las solidaridades humanas. Impresiona ver hasta qué punto lo que han vivido en Taizé ha marcado a tantos misioneros religiosos y laicos comprometidos en Bolivia, son de los que más motivan a jóvenes a participar en las Jornadas de Reconciliación en Cochabamba.
Pero no sólo Bolivia se dispone a la preparación para el encuentro de octubre. Hemos recibido ecos de la preparación en otros países Latinoamericanos. Durante el mes de mayo un joven italiano ha visitado las diócesis de Buenos Aires, San Isidro y Tucumán en Argentina. Pronto, en el mes de junio durante dos semanas dos jóvenes, una boliviana y una Paraguaya, visitarán 4 ciudades en el sur de Perú. En julio, tres jóvenes franceses van a visitar las ciudades de Santiago e Iquique en Chile. En México desde hace varias semanas, a través de todo el país, se ha organizado una peregrinación con el icono de la amistad. En cada lugar que recibe el icono los jóvenes animan una oración y encuentro, invitando a otros jóvenes a participar en las Jornadas de Reconciliación.
Así de una manera muy concreta, en los países en América Latina estamos viviendo una peregrinación de confianza a través del continente.