Los invisibles pierden a su cronista
Quien escucha los latidos de abajo acoge sus dolores, comparte sus risas y llantos; quien se esfuerza por entenderlos sin interpretarlos, por aceptarlos sin juzgarlos, puede ganarse un lugar en los corazones de abajo. Eduardo Galeano recorrió las más diversas geografías latinoamericanas en trenes, a lomo de mula y a pie, des- plazándose en los mismos medios que los abajos. No buscaba mimetizarse, sino algo mayor: sentir en su piel los sentires de otros y otras para hacerlos vivir en sus textos, para ayudarlos a salir del anonimato.··· Ver noticia ···
Los ninguneados perdieron a su mejor cronista -- Raúl Zibechi
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