Todos estaban temerosos ocultos en su diario vivir o más bien en el sobrevivir ya que la vida para todos ellos era dura apretada por la necesidad de sus quehaceres de trabajo y de familia dentro de un sistema que pone las cosas cada día más difícil para todos en especial para los pobres.
Así pasaba el tiempo de espera de un mañana sabían de la buena nueva que les había traído la palabra de Dios pero la encerraban entre tanto formalismo y habían perdido la vivencia de ella fue así como vino el Espíritu de Dios ¿cómo se manifestó? es difícil de decir pero la conciencia tomada sobre sus realidades fue sin duda el soplo.
Unos vieron el llamado del Espíritu en la belleza de nuestras montañas de Copán, el verdor de sus bosques con sus pinos esbeltos y llenos de vida, los checos picando en busca de insectos, el revoloteo de los colibrís en busca de flores, el correr de aquellas aguas claras y heladas que bajan de las montañas los enamoró de su naturaleza pero cuando fue interrumpida por aquella maquinaria infernal que devoraba cerro tras cerro en busca de arrancar el mineral de las entrañas de las montañas para luego contaminar su aguas , el celo de Dios se manifestó en sus corazones, sobre todo al ver a su pueblo enfermo de la piel, igualmente al ver las migas que estos amantes del oro dejaban a los pobladores que son sus verdaderos dueños esto los golpeó en su conciencia de llevar a la práctica aquella palabra de vida que el Maestro les había dado, ¡no queremos a las compañías mineras¡, fue su grito de lucha.
Para otros fue también el mono de la montaña, el jaguar en su hábitat, las guacamayas escondidas en las malezas así como aquellas montañas con sus cúspides cubiertas de niebla que manifestaban la sabiduría de Dios, estas se fueron resecando y sus bosques saqueados por las ambiciones de los explotadores de madera la llevaban por miles a otros países convirtiéndola en el dios dólar, en aquel Olancho histórico de luchas como las del famoso indio cinchonero, de nuevo la voz del profeta se escuchó el Espíritu también sopló, fuera aserraderos no mas cortes de madera es su lucha y la del pueblo.
La belleza del mar Caribe es sin igual aquel hombre venido de otro país se quedó enamorado de estas costas con sus mansas aguas, la tranquilidad solo interrumpida por el bullicio de los pescadores que de madrugada parten a sus labores en el mar y temprano venden el producto proveído por Dios en aquellas aguas, muchos para alimentarse otros para alegrarse entre amigos pero eso sí, todo para la comunidad, decidió hacer su patria de estos parajes llenos de sinceridad todo bien hasta que las esferas de gas que nadie quería fueron impuesta por manos corruptas y de nuevo la paz se convierte en angustia ante el peligro de una explosión de hecatombe, la belleza de la playa es destruida por aquellas moles de hierro la voz de Dios suena en todos los que se lanzan a quitar aquel fruto de la avaricia de una transnacional y la corrupción de unos mal hondureños las playas de Omoa son su hogar y lucharan por ellas.
Sus labores en el gobierno eran como las de todos sus compañeros continuar con su trabajo hacer las denuncias investigarlas para tratar de dar una respuesta por medio de las leyes, el respeto al sistema es su credo, lo que no contaban ellos es con la desvergüenza de quienes tuercen la leyes y el sistema para beneficio propio o de unos ricos empresarios que dilapidan los recursos de un pueblo en harapos, la dignidad los hizo sonrojar sus corazones y en un recurso que solo un alma de profeta puede tener se plantaron en la sinagoga de los idólatras de una democracia torcida, su voz tuvo el coraje que todos sabemos pero que nos callamos, un alto es necesario a su coro se unieron muchas voces y el pueblo habló exigiendo Justicia y Dignidad ese Espíritu que empujó al profeta Isaías siempre revoletea en el corazón de los hombres, no toman alimento por muchos días solo la presencia del apoyo popular son su sustento desafían a los ?encantadores de serpientes?? en su patio nos muestran con su actuar ese largo camino para conquistar nuestra dignidad.
Y esta comunidad crecía compartiendo sueños y luchas viviendo en comunión de Esperanza sabiendo que el mañana pertenece a la vida y no a la muerte con sus dioses del ocaso, vendían sus sueños individualistas por los compartidos con su gente, no les importaba el oprobio de los conservadores seguían adelante, muchos han sido mártires que han visto la gloria de Dios bajar en su pueblo por lo que se mantuvieron firmes y por eso son nuestros mártires los que nos inspiran a continuar con ese sueño que haga a muchos caer de sus caballos de soberbia a quitarse las escamas que tapan sus ojos de egoísmo para ver realmente en el hermano que sufre en la pobreza el llamado de Cristo, pidiendo que no lo persigamos que no destruyamos su creación.
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)