«LOS EMIGRANTES NO SON PRESUNTOS DELINCUENTES» Carlos Amigo, Cardenal arzobispo de Sevilla

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Cardenal Amigo rechaza los prejuicios hacia los inmigrantes
El cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, abogó hoy por rechazar ‘cualquier prejuicio’ respecto a los inmigrantes -regulares o irregulares-, ya que existen unos ‘papeles’ inseparables de la persona, como el que asiste a la propia dignidad, una ‘ley de humanidad que a todos, sin distinción, les ampara’.

En su carta pastoral con motivo de la celebración del Día de las Migraciones facilitada a Efe, el cardenal de Sevilla señaló que todos deben valorar ‘positivamente’ la presencia de los inmigrantes, ya que -añadió- ‘no es poca la aportación que están realizando a nuestro propio bienestar económico y social’

Carlos Amigo criticó que de manera ‘tan superficial como injusta’ se ha clasificado a los inmigrantes en dos grupos: los ‘sin papeles’ y los que tienen documentación pertinente cuando todos son ‘hermanos nuestros’ que vienen buscando un trabajo que les permita el poder asegurar la subsistencia, tanto de ellos como de su propia familia.

‘No son presuntos delincuentes, ni las actividades que van a realizar son antisociales. Los que llegan con esas intenciones suelen venir por un camino distinto al que surcan las pateras’, indicó el cardenal, quien reconoció que se trata ciertamente de un tema ‘muy complejo y con enormes problemas de todo tipo’.

Sin embargo, esa misma dificultad tiene que afianzar más el empeño por buscar las soluciones adecuadas, según Carlos Amigo, quien admitió que, no obstante, suele ocurrir lo contrario, ya que como se trata de un problema de envergadura ‘la inhibición suele ser la respuesta’ por parte de la sociedad.

‘También puede aparecer la evasión a la distancia y, pretextando que hay ya muchas necesidades entre nosotros, dejar de atender a los lejanos. Al final, ni se presta atención a los de cerca ni a los que se supone más lejos’, señaló Amigo, quien añadió que también se piensa ‘de una manera muy poco noble y generosa’, que el inmigrante nunca va a agradecer lo que se está haciendo para ayudarle.

En su opinión, para algunos podrá servir el recordar el principio del altruismo y la solidaridad, pero para la Iglesia está el de la caridad fraterna: ‘el amor no tiene medida’.

Tras destacar que el primer paso debe ser buscar las razones del problema y tratar de solucionarlo, Carlos Amigo recordó que es aquí donde el asunto ‘va mucho más allá’ del cometido y posibilidades de la Iglesia, ya que se trata de algo que deben resolver los Estados, tanto los de origen de los inmigrantes como receptores.

‘El reconocimiento de los derechos humanos, el ofrecimiento de oportunidades laborales y sociales son requisitos imprescindibles’, según el cardenal, quien agregó que los inmigrantes no pueden ser ‘indefinidamente’ simples beneficiarios de Cáritas, aunque se les debe tender siempre la mano cuando exista alguna necesidad.

Se mostró partidario de una adecuada pastoral de inmigración en las parroquias y recordó que entre inmigrantes, unos son católicos, otros ortodoxos, y no pocos son musulmanes, por lo que ‘a cada cual habrá que ofrecerle ayuda religiosa de forma diferente’, como el de la integración plena para unos y el ofrecimiento y la cooperación en un diálogo interreligioso para otros.