Grupos, comunidades y movimientos católicos de base se han desmarcado de la nota de orientaciones electorales de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal (CEE), a la que acusan de manifestarse desde el «unilateralismo» y de tratar a los fieles como si fueran menores de edad.
En sus declaraciones, Enrique de Castro, uno de los capellanes del Centro Pastoral San Carlos Borromeo de Madrid, llama la atención sobre que los obispos «no hacen referencia al Evangelio», que es amor y perdón y, por consiguiente, significa diálogo con los enemigos, «incluidos los terroristas».
A su vez, el portavoz de la plataforma Redes Cristianas, Evaristo Villar, ha opinado que los pronunciamientos episcopales, en general, no tienen en cuenta a la gente.
«No se sabe en nombre de quién hablan, no se consulta a la diócesis, a la sociedad; la cúpula no cuenta con el pueblo», ha apostillado.
Los cristianos de base no se sienten aludidos ni representados por el episcopado, según Villar, quien ha agregado que el catolicismo es «muy plural».
«Ponerse a hablar del terrorismo (…), a dar juicios sobre algo en lo que no tienen probablemente mucha información, me parece una metedura de pata», ha dicho el portavoz de Redes Cristianas, que agrupa a 150 asociaciones católicas de base de todo el país.
Ha reconocido Villar el derecho de los obispos a emitir cuantas notas quieran. «Otra cosa -ha matizado- es que quieran aleccionar a los cristianos como si estuvieran en la minoría de edad y se les tenga que decir lo que tienen que hacer.»
Según Villar, los obispos han desaprovechado la ocasión para restaurar la «mala imagen de la iglesia» con un mensaje en defensa de los pobres y desprotegidos y de que el cristianismo es una apuesta de esperanza, optimismo y ánimo para superar los grandes problemas.
Por el contrario, «se han metido en un berenjenal que no venía al caso, expresando las cosas de manera negativa como si fuera la historia de la perversión o el final de los tiempos».
Esto, ha indicado Villar, «coincide con la dinámica del partido del no (en alusión al PP), de la negatividad, de que todo lo ve mal, que es incapaz de reconocer ni los disparates que el mismo ha hecho».
Según el sacerdote De Castro, se está dando la sensación de el pueblo católico es «infantil» para votar por sí mismo,
Ha resaltado que la Conferencia Episcopal «nunca» hace referencia al Evangelio; se trata de instrucciones sobre cuestiones que plantea la Iglesia, pero que «varían según los tiempos» pues no son las mismas que las del cardenal Tarancón, en tiempos de la transición.
«El Evangelio no habla de un código moral o un código ético, no lo tiene; plantea una actitud distinta en la vida, que es amor y desde luego perdón; si es amor y es perdón, significará siempre dialogo sea con los enemigos que sea, incluidos los terroristas», ha apostillado De Castro.
En esta línea, ha opinado que la Iglesia tendría que estar «contenta» de que se hayan reconocido derechos de igualdad a personas que han sido siempre discriminadas como son los homosexuales.
En relación con el aborto, ha defendido también la actitud de acogida para que las personas que pasan por este trance puedan descubrir la Buena Noticia.
«No creo que la actitud sea condenar, menos utilizar el Código Penal para hacerlo», ha asegurado.
«Jesús se pone de favor de los excluidos, se pone a su lado y potencia en ellos las posibilidades de salir adelante y de hacer de la fe del ser humano el motor de su vida», ha concluido.
San Carlos Borromeo, conocida como la parroquia «de los marginados y los excluidos», ha mantenido durante años discrepancias con el Arzobispado de Madrid, que estuvo a punto de cerrarla.
La Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII indica en un comunicado que los obispos se han alineado con la derecha política «más extrema», han «agudizado» la confrontación entre la Iglesia y el Estado, «perjudican» la convivencia y «dañan» a la propia Iglesia.