Los clamores humanos. ¿De quiénes, en favor de quiénes? -- Antoni Ferret

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

En relación al artículo de Jesús L. Sotillo «El Foro Curas de Madrid y Más denuncia…», publicado en la página de FeAdulta, me gustaría concretar cómo lo siento yo, puesto que, refiriéndose a este tema de manera general, ya se entiende bien: todos sabemos quiénes son las personas que sufren, pero creo que especificando los casos se ayuda a tener una idea más completa: tenerlos in mente a todos y distinguir las diferentes circunstancias de cada grupo de personas.

¿Qué clamores son los que hoy brotan de las gargantas de los hombres y de las mujeres que sufren? ¿De qué esclavitudes deberíamos ayudarles a salir? ?pregunta Sotillo.
Mi respuesta sería: yo pienso, sufro (casi lo único posible), sigo las informaciones, rezo, participo en las movilizaciones (las poquísimas veces que las hay) sobre:
Las personas que no tienen trabajo
Las que no tiene casa (en Barcelona, unas mil)
Las que no tienen papeles
Las afectadas por situaciones de guerra o de cualquier tipo de violencia
Las que sufren prisión, así como violencia policial

Las que se sienten solas
Las que no ven futuro alguno en sus vidas
Los niños/as trabajadores
Los niños/as soldados
Las amenazadas por luchar a favor de los derechos humanos
Las mujeres y niñas violadas, sobre todo en África y muy especialmente en el este de la RD del Congo

El pueblo Rohingya
Las personas que tienen que vivir mucho tiempo en campamentos de refugiados
Las personas largamente enfermas (de cualquier tipo: ojos, caminar, lucidez…)
Las personas afectadas por enfermedades «raras», sólo curables con medicamentos carísimos, difíciles de incluir en la SS
Las personas afectadas por enfermedades que dejan graves secuelas: lepra, úlcera de buruli…

Bien quisiera que la lista fuese exhaustiva, pero es imposible: hay tantísimos casos, tan desconocidos y escondidos… Esa descripción permite a cada grupo de sufrientes salir del anonimato de «las personas que sufren» y ser recordadas o tenidas en cuenta como su condición concreta. No es que ello solucione nada, claro, pero nos sirve para distinguir cada caso como se merece.