El sociólogo mexicano Fernando González presentó en México un nuevo libro sobre Marcial Maciel, fundador de la congregación católica de los Legionarios de Cristo y acusado de presuntos abusos sexuales contra seminaristas. El doctor en Sociologia por la universidad de Paris e investigador de la Nacional Autónoma de México (UNAM), presentó anoche en una librería del sur de la capital mexicana su libro ‘Marcial Maciel. Los legionarios de Cristo: testimonios y documentos inéditos’ (Tusquets, 2006).
González afirmo que existe una trama de complicidades en la que basa su estudio, que va ‘desde lo alto hasta la base de la institución eclesiástica católica’, y se apoya en las cúpulas políticas del país, ‘que están dispuestas a dejar fuera de foto este tipo de actos (presunta pederastia) con el pretexto de proteger las frágiles conciencias de los creyentes’.
El autor dijo que el caso Marcial Maciel, quien fue acusado en 1997 por ex legionarios de Cristo de abuso sexual y castigado sin proceso canónico debido a su avanzada edad el pasado 19 de mayo, permitió mostrar cómo ‘un Papa, Juan Pablo II, protegió a ciencia y conciencia al fundador pederasta’.
También considera que el actual Papa Benedicto XVI, encargado de la Congregación para la Doctrina de la Fe antes de iniciar su pontificado, ‘decidió bloquear el caso por la cercana relación amistosa de Maciel con Juan Pablo II’.
El libro enumera los testimonios de los ex legionarios denunciantes y los complementa con el análisis historiográfico de tres archivos inéditos, lo que ayuda de manera sustancial a entender el caso, según González.
En la presentación Alberto Athié, especialista en teología moral y sacerdote separado del ministerio por apoyar a los investigadores del caso, afirmó que lo ocurrido con Marcial Maciel representa una tragedia en vida comparable con la del dictador chileno Augusto Pinochet, algo en lo que coincide con González.
‘Maciel está viendo, al igual que lo vio Pinochet, cómo su imagen se erosiona y, sobre todo, cómo sus actos violentos han sido exhibidos’, señaló.
‘La única diferencia es que Maciel espera todavía que su tragedia sea olvidada y después de algún tiempo sea beatificado y luego canonizado, mistificando todas las acusaciones en su contra’, agregó Athié.
‘Se trata de un problema estructural, que compromete la visión misma de la Iglesia (católica) en el mundo contemporáneo’, que antepone a la dignidad de las víctimas la primacía de la imagen de la institución y su prestigio ‘al costo que sea’.