En un momento como este, cuando necesitamos la espiritualidad de los profetas, para anunciar el Reino de solidaridad y denunciar todo lo que promueve el odio y la guerra, es triste escuchar al nuevo ministro de justicia, el pastor presbiteriano, André Mendonça, hacer uso de del título «profeta».
En su discurso, el evangélico trae una narración falsa de la trayectoria del presidente de Brasil: «usted ha sido, durante 30 años, un profeta en la lucha contra el crimen». Al comparar a Bolsonaro con un profeta, trivializa el término como si los profetas interpretaran la acción de Dios a imagen y semejanza de los intereses creados del poder. ··· Ver noticia ···
Lo siento por un humilde teólogo -- José Neivaldo de Souza
Publicado en