Pues sí: a pesar de las temperaturas cuarentonas ya no podemos decir aquello de “¡qué calor!”: porque esa expresión aludía siempre a algo excepcional y pasajero que no forma parte de nuestra normalidad. Ya no podremos hablar de “una ola” o un golpe de calor: porque el calor se ha convertido en nuestro mar y nuestra atmósfera. Por supuesto, cambiarán las cosas porque la naturaleza tiene sus ritmos, pero cuando volvamos a la situación actual dejemos de pensar en un accidente o una excepción.··· Ver noticia ···