Nos enseñaban en aquellos días difíciles de las matemáticas del bachillerato que, para resolver bien un problema, no basta con saber hacer las operaciones: lo más importante era plantearlo bien. Me temo que, en el caso de los alborotos por Pablo Hasél, lo que falla es precisamente el planteamiento del problema. Veamos:
En España hay un elevado número de jóvenes que no pueden independizarse: siguen viviendo en casa de (y a veces gracias a) sus padres. No encuentran más que breves trabajos precarios y saben que, cuando lleguen a mayores, tendrán una pensión bajísima pues hoy están cotizando muy poco. ··· Ver noticia ···
¿Libertad de expresión o necesidad de desesperación? -- J. I. González Faus
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