El teólogo brasileño Leonardo Boff, definió al papa Benedicto XVI, quien visitará Brasil en mayo, como «antimoderno, antiecuménico y antifeminista», en una entrevista publicada hoy por el diario Valor Económico.
«Este Papa es, en el fondo, un nostálgico del cristianismo agrario europeo, de cuño bávaro, de donde él proviene, que es antimoderno, antiprotestante, antiecuménico, antifeminista, anti Teología de la Liberación» aseveró Boff. Benedicto XVI estará en Brasil entre el 9 y el 13 de mayo, cuando, entre otras actividades, dará inicio a las sesiones de la V Asamblea Episcopal de América Latina y el Caribe, en Aparecida, ciudad del interior de San Pablo.
Boff dijo que «de él (el Papa) no espero nada, a no ser una profundización mayor de la crisis de la Iglesia Católica». «El catolicismo, en gran parte, se fosilizó. No es un organismo vivo que está en contacto con el medio en que se encuentra. Perdió en gran medida la capacidad de simbiosis con la realidad. Se transformó en un baluarte conservador, gobernado por jerarcas defensores del celibato, sin casi nada que decir a las personas de hoy», sostuvo el ex fraile franciscano.
En 1991 Boff dejó los hábitos, luego de recibir sanciones por parte el actual Papa, quien era prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe. En 1985 el entonces cardenal Joseph Ratzinger lo cuestionó severamente, en un encuentro personal realizado en el Vaticano.
Boff, uno de los inspiradores de la Teología de la Liberación, corriente que propuso la «opción preferencial por los pobres», dijo que «en América Latina, donde existen tantas injusticias y donde hay millones de excluídos, en su mayoría católicos, sería alienante no pregonar y colaborar con la liberación social».
Al referir al crecimiento de las iglesias pentecostales, tema que preocupa al Vaticano, por el alto número de católicos que emigran hacia ellas, Boff opinó que la Iglesia Católica no debe «competir» con esas religiones.
«Esas iglesias son iglesias adecuadas al mercado y se rigen por las leyes del mercado. No es gratuito que su mensaje central sea la prosperidad material, olvidando completamente la herencia de Jesús» planteó Boff.