¡Desgraciados los traidores, madre patria, desgraciados. Ellos conocerán la muerte de la muerte hasta la muerte! Otto René Castillo
Montevideo, 11 de noviembre de 2011 – Cuando se habla de economía, podemos dejar claro hoy dos principios que son capitales para entender el proceso latinoamericano y sobre las proyecciones de posible escenario del futuro de corto y mediano plazo en Latinoamérica…
Primero cuando se habla de rescate de la economía, no se habla de rescatar la capacidad de los pueblos de recobrar un nivel de vida decoroso, se habla de establecer parámetros para pagar la deudas que una tramposa especulación ha llevado hasta el infinito, de los países del norte geopolítico, que espera que un rescate mágico de algún lado, devuelva la vitalidad a las bolsas, para que los inversores, sigan especulando, ganando más y aumentando la deuda…mientra la austeridad pauperiza la capacidad social de los estados, incluso poniendo en serio riesgos sus fines primarios y la pauperización del nivel de vida de los asaliarados…
El segundo gran principio, es en toda la economía, pero sobretodo en la latinoamericana, los números macroeconómicos positivos, son normalmente un índice de una mala distribución de la riqueza, el crecimiento en los últimos años en Latinoamérica ha sido grande y eso se ha visto muy poco reflejado, especialmente en países que como Perú, esos grandes números macroeconómicos, significan que la rentabilidad del gran capital ha aumentado en desmedros de los sectores asalariados…Porque muchos países han priorizado la ganancia financiera y la especulación, a la economía productiva y con creación de empleo
Ahora bien vamos a usar un esclarecido análisis publicado en el comprometido portal rebelión.org del Profesor Claudio Katz, titulado “Los atolladeros de la economía latinoamericana”* que desde ya proponemos vivamente sea leído, rumiándolo lentamente es largo, pero no tiene desperdicio…por ser un análisis, que entiendo como pocos, refleja la realidad latinoamericana, tanto política, como económica y obviamente su confluencia social… “Al concluir el año 2011 reaparecen los nubarrones sobre la economía latinoamericana. El brusco agravamiento de la crisis global augura un freno del crecimiento que aumenta el nerviosismo. Durante el último quinquenio el producto bruto regional mantuvo un ritmo ascendente del 5% anual, a pesar de la desaceleración registrada en el 2009. La recuperación posterior se prolongó durante el 2011, que finalizaría con un incremento de 4,4% del PBI. Hay previsiones de otro aumento del 4,1% para el 2012, pero nadie sabe cuánto durarán los escudos protectores frente a la nueva turbulencia internacional.”*
Y ante las dudas, cada sector se ha atrincherado en sus intereses… “Los neoliberales advierten contra la recaída y proponen recortar el gasto público para reforzar las defensas. Aunque la deuda pública y privada es muy inferior al promedio de los países desarrollados, promueven la contracción para asegurar las acreencias de los banqueros. Sus convocatorias a la austeridad expresan esta prioridad de los financistas.
Por el contrario, los heterodoxos alientan la continuidad de políticas contra-cíclicas. Los economistas de CEPAL presentan esta intervención como un acto de transgresión del neoliberalismo, olvidando que en numerosos países (México, Colombia o Chile), estas medidas complementan la continuidad del libre comercio y las privatizaciones. Son iniciativas más dependientes de los ingresos fiscales que de las ideologías gubernamentales [2]. “*
Vamos en base a los principios que enunciamos, (como hipótesis de trabajo), que los neoliberales, apuntan a una contracción de la economía y a pesar de que los sectores productivos, creen que esto los favorece y el empresariado local se suma al pedido de contracción del estado y enfriamiento de la economía local, tratando de desembarazarse del costo estatal y proyectan un país con menores costos (por ejemplo salarios), apuntando a un modelo agroexportador, se equivocan, la financiarización del sistema, que obviamente deberá exigir la privatización creativa (tercerización, cotización en bolsa o diversas forma de participación del capital privado trasnacional) y sacar de la carrera al banco de la República, lo que parece un tarea ardua…vienen no a apoyar a las expresas exportadoras nacionales, sino a sumar todo el sector exportador bajo el control del gran capital, que en principio podría provenir de Brasil, o incluso del sector financiero trasnacional…
Pero es interesante ver los diagnósticos que compartimos ciento por ciento, del Profesor Katz…”Se discute, en primer lugar, la formación de un fondo de estabilización (FLAT) -a partir de ciertos mecanismos ya existentes (como el FLAR)- para auxiliar a las economías afectadas por corridas cambiarias. La fuga de divisas podría agravarse si los bancos y empresas extranjeras envían más dólares a sus casas centrales, para contrarrestar las situaciones de insolvencia.
El FLAT está concebido como un instrumento de protección frente distintos escenarios de vaciamiento financiero [4]. Pero el monto de recursos comprometido en este resguardo (20.000 millones de dólares), sólo alcanzaría para socorros de emergencia en las economías pequeñas. Este tipo de reacciones defensivas ya se ensayaron en el pasado y no implicaron actos de solidaridad con las víctimas de la especulación. Al contrario, consolidaron una extranjerización del sistema bancario latinoamericano, que se reafirmaría si prospera la propuesta de asociar el FLAT con nuevos préstamos del BID.” *
Nosotros hemos creído y creemos en el desarrollo de algunas iniciativas, pero no de cualquier manera…tenemos suficientes reservas para permitir que nos aten de pies y manos los capitales extranjeros…Pero parece no haber voluntad política para desarrollar determinados instrumentos liberadores… “En otros encuentros se debaten ideas para avanzar hacia la formación de alguna moneda común. La experiencia del Sucre -que utilizan Venezuela, Ecuador y Bolivia como unidad de cuenta para el intercambio comercial- es la referencia de estos proyectos.
Ese signo permite reducir los costos de las transacciones, pero convive con el dólar sin funcionar como moneda real. Aunque pretende incentivar un desacoplamiento de las divisas fuertes, no reemplaza el control de cambios, ni preserva a los países de los tormentosos flujos de capital [5]. El Sucre es una iniciativa más avanzada que los mecanismos de intercambio con billetes locales (Brasil-Argentina) o los convenios de pagos recíprocos (ALADI). Pero se encuentra muy lejos de sentar las bases de una moneda regional, basada en modelos de complementación solidaria opuestos a la centralización neoliberal que moldeó la gestación del euro.” *
El otro gran instrumento que hasta ahora esta paralizado por falta de voluntad política es el Banco del Sur… “Banco del Sur es otro termómetro de la parsimonia que domina en los proyectos de integración. Ya han transcurrido varios años desde su constitución formal y aún faltan tres confirmaciones parlamentarias de los siete suscriptores del proyecto. Nadie define el destino de los créditos y el capital comprometido para la entidad es muy reducido, en comparación a un gigante de la zona como es el BNDES de Brasil [6] “*
Parece que los proyectos reales de una integración económica que empuje a toda la zona a una integración económica, productiva y política, están hábilmente demorados, por dos de quienes en algún momento parecieron ser motores de la misma…Argentina y Brasil ¿Por qué?…
Esto nos deja a la zona en una gran disyuntiva… “Pero el tema más relevante ocupa poco espacio en la reflexión regional. ¿Qué hacer con las enormes reservas que acumula América Latina? Como resultado del superávit comercial y la afluencia de divisas, los Bancos Centrales ya atesoran 574.000 millones de dólares. Se ha creado un excedente que contrasta con la enfermedad de vaciamientos sufridos por la zona en los momentos de crisis. ¿Los nuevos recursos respaldarán inversiones productivas coordinadas? ¿O se dilapidarán en acciones que perpetúan la dependencia? “*
La pregunta real, se emplearan para obtener la verdadera independencia de los países centrales, para desarrollar la economía productiva, con proyectos sostenibles y que signifique una equitativa distribución de la riqueza que produjo el trabajo de los latinoamericanos, o se apostara a modelos de dependencia que dilapiden esas reservas alimentando la rentabilidad de los grandes capitales, es decir sometiendo a la explotación y a la pobreza a los pueblos del Sur…
Veamos el diagnostico de lo que esta pasando que compartimos plenamente con el profesor Katz, (con un análisis que podríamos calificar de exacto, para tristeza nuestra y de los trabajadores del continente)… “La actual indefinición conduciría a la desaparición de los fondos por la misma ruta que ingresaron. La Unión Europea, el gobierno estadounidense y el FMI intentan canalizar las reservas hacia un socorro del sistema financiero mundial. Presentan este auxilio como un “aporte de América Latina” a los economías avanzadas, olvidando la deuda histórica que arrastra el Primer Mundo con la región. Proponen acompañar la compra de títulos europeos que realizarían China y otros BRICS, para apuntalar los bancos quebrados. La adquisición de estos papeles acrecentaría las cuantiosas inversiones que ya tiene Latinoamérica en esa modalidad de colocaciones.
La participación de Brasil en la cartera del FMI constituyó un primer guiño hacia este nuevo compromiso. En la última reunión del G-20 (Cannes) se reforzó este curso mediante explícitas exigencias de intermediación del cuestionado organismo, en cualquier auxilio financiero a Europa. Este idilio del gobierno brasileño con el FMI no es un dato menor, si se tiene en cuenta que el país es el quinto poseedor internacional de Bonos del Tesoro estadounidenses [7].
El dinero que se use para rescatar a los financistas europeos será sustraído del FLAT, la moneda común, el Banco del Sur y la integración productiva. Sería el nuevo precio que pagarían Argentina, México y Brasil para continuar participando en el G-20, con iniciativas que reafirman la asociación de las clases dominantes locales con el establishment global. Esta orientación se ubica en las antípodas de dos medidas insoslayables para avanzar hacia una integración regional progresista: la nacionalización de los bancos y la estricta regulación de los flujos de capital.
Estas acciones son indispensables en la coyuntura actual, para definir respuestas conjuntas ante contradictorios procesos de revalorización y desvalorización monetaria. La región ha padecido en los últimos años los efectos adversos del ingreso de dólares (que sobrevaluan la moneda local) y también del egreso de divisas (que provocan las conocidas tensiones cambiarias). Seguramente Brasil definiría el rumbo a seguir, desde el momento que maneja entre el 50 y el 60 % de las reservas totales. Ya actúa como subpotencia, adaptando el MERCOSUR a un juego multilateral, basado en coordinaciones estratégicas con Estados Unidos. Esta política deja poco espacio para la formación de un fondo financiero latinoamericano [8]. *
Si este camino se confirma y las reservas latinoamericanas terminan sirviendo a los intereses financieros trasnacionales, como un aporte ante la crisis, estaríamos asistiendo una traición histórica en Latinoamérica, ante la posibilidad de integrarse, independizarse y crear una economía de integración productiva regional y sobretodo una política productiva de integración sostenible que posibilite la mejora notoria de los sectores asalariados y de la economía local en la propensión de la publica felicidad, se optaría por la entrega de esa posibilidad a las economías del norte geopolítico, que en realidad es entregarlo al sector especulador de la gran banca financiera, (porque las dinámicas neoliberales así lo disponen) y esa traición, efectivamente fuera como nos dice el profesor Katz el precio por estar en el G20 de Argentina, Brasil y México, las consecuencias la sufrirán sus pueblos y junto a ellos, la mayoría de los pueblos del continente, cuando el sector financiero multinacional se coma las reservas generadas por el trabajo de los latinoamericanos que al precio de la explotación de la sangre de los trabajadores, se extrajeron sus recursos naturales, cuando el barril sin fondo de la rentabilización del gran capital ante esta traición histórica se coma esa reservas, ya no habrá limite en la caída libre del sistema y con el debido a esta traición histórica nos arrastrará a todos…
* http://www.rebelion.org/noticia.php?id=139172
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)