Cada vez se oye hablar con más frecuencia del problema de la celebración de la eucaristía. A este sacramento se le reconoce como fundamento, centro y meta de la comunidad cristiana, pero como ha quedado exclusivamente en manos del clero, si no hay cura, no hay eucaristía (misa).
Y como el crecimiento vegetativo de la población es inmensamente superior al crecimiento vocacional del clero, las comunidades están quedando sin el alimento que sostiene la vida cristiana: el alimento que las nutre, las fortifica, las anima, las realiza.··· Ver noticia ···
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