La vida, un viaje río arriba -- Pedro Serrano

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Se dice que la precariedad está alcanzando la categoría de epidemia, y puede que sea verdad. Pero, bien mirado, sobrevivir nunca ha sido fácil. Se podría decir que, salvo contadas excepciones, la vida siempre representa una lucha titánica desde el nacimiento hasta la muerte. Nuestras vidas se parecen al que posiblemente sea el pez más valiente y obstinado de cuantos existan: el salmón. ?l también nada sin descanso río arriba en aguas torrenciales con la finalidad de perpetuar el ciclo de la vida.

La vida siempre ha sido y será precaria, es decir, siempre será inestable, transitoria, frágil, inconstante, insegura?? Sin embargo, a pesar de los avatares y penalidades de la misma, y a pesar de nuestro supuesto libre albedrío, el principal propósito de los humanos, como el del salmón, siempre es el mismo: perpetuar la especie.

Dicen algunos que todo recién nacido viene con un pan bajo el brazo, como signo de suerte, fortuna y felicidad. Sin embargo, otros dirán que un niño al nacer llega con un manojo de vicisitudes, mayormente adversas, bajo el brazo. Yo no sé quien tendrá razón, lo único que sé es que todavía no he visto a ningún bebé que llegue al mundo de buen humor. Y si todos gritan y berrean desconsoladamente al arribar a este valle de suspiros, por algo será.

, Valladolid