LA UNIDAD COMO BIEN «MORAL», A PUNTO. DOCUMENTO DE LOS OBISPOS

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Religión Digital

«El trabajo está muy avanzado, por lo que es más que probable que la instrucción pastoral definitiva, no el borrador, sea aprobada esta misma semana», anunciaron ayer a ABC varios obispos presentes en los debates que esta semana reúne en Madrid a la Asamblea Plenaria del Episcopado español, segñún cuenta Jesús Bastante.

El documento no es otro que la anunciada instrucción pastoral sobre «la respuesta pastoral a la situación religiosa, social, cultural y política de nuestra sociedad», propuesta surgida tras la Asamblea Extraordinaria que tuvo lugar el pasado mes de junio.

El documento, todavía en fase de borrador, ha sido elaborado por una comisión compuesta por el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián; el obispo de Almería, Adolfo González Montes; el obispo auxiliar de Madrid, Eugenio Romero Pose, y el secretario general y portavoz, Juan Antonio Martínez Camino. En el mismo, aunque sin formar un capítulo exclusivo, aparece la definición de España como «bien moral», así como de la necesidad de alcanzar un «bien común y solidario» a todas las regiones del país.

Del mismo modo, el texto incluirá la invitación, plasmada por el presidente Blázquez en su discurso inaugural, de orar «para que las instituciones democráticas puedan fomentar en España la verdad y la libertad, la justicia y la paz, la unidad y la concordia, en el pleno reconocimiento de los derechos fundamentales de todos».

«Un texto moderado»

Se tratará de «un texto moderado, no estridente», en el que el debate sobre la unidad de España como bien moral se incluirá dentro de un apartado dedicado a la reflexión sobre la realidad política en nuestro país. «No será el centro de la instrucción, ni mucho menos, pero aparecerá el tema de la unidad como bien moral», anunciaron dichas fuentes, quienes no obstante aclararon que «la base de este punto girará en torno a la defensa del actual orden constitucional, surgido de la Transición», al tiempo que apoyará «el Estado de las Autonomías» y reclamará a las comunidades «mayor solidaridad».

Como apuntó el pasado lunes el arzobispo de Barcelona (y miembro del Comité Ejecutivo del Episcopado), Lluís Martínez Sistach, «la Iglesia ciertamente que puede hablar de los grandes valores, por ejemplo de la solidaridad en un Estado autonómico, donde hay unas autonomías con distintas facultades en un sitio y en otro». Para el prelado, «se tendría que hablar fundamentalmente de solidaridad de unas autonomías respecto de las otras, y entonces se puede ver si los instrumentos legales, como los respectivos estatutos de autonomía, tienen presente esta solidaridad respecto del bien común de todo el Estado».

El «espíritu» del Papa

El «espíritu» del texto viene definido, en buena medida, por los autores de su borrador y las citas utilizadas. En este sentido, las fuentes consultadas destacan que se han tomado epígrafes de la «Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y sus consecuencias», así como de Juan Pablo II. No obstante, el texto está marcado por diversas reflexiones de Benedicto XVI. En especial, los ponentes han utilizado los discursos de la visita del Papa a Valencia, una intervención ante los obispos italianos reunidos en Verona el pasado mes de octubre, y los diálogos del entonces cardenal Ratzinger con el filósofo Jurgen Habermas y con el presidente del Senado italiano Marcello Pera.

Así, la instrucción pastoral se desarrollará en torno a cinco grandes temas: en primer lugar, un análisis, desde el punto de vista pastoral, de la situación social en nuestro país, donde se advierte un «creciente relativismo y secularización» y una «alarmante» ausencia de valores trascendentes que hace necesaria la actuación de la Iglesia.

En este punto es donde más hincapié ha hecho uno de los ponentes, Fernando Sebastián, quien cree necesario que los cristianos españoles realicen un ejercicio de autocrítica. En los debates previos, el arzobispo de Pamplona ha llamado la atención contra las corrientes que abundan en la teoría de una supuesta «persecución» a los cristianos en España.

Familia, educación y bioética

En segundo lugar, los obispos apuntarán con preocupación los «cambios» que se están produciendo en la esfera legislativa, en especial en lo referente a la educación y a la institución familiar, que pueden tener «consecuencias desastrosas» para el futuro de la sociedad, como apuntara el pasado viernes el nuncio de Su Santidad, Manuel Monteiro de Castro.

Posteriormente, la pastoral realizará una reflexión acerca de los proyectos de ley contrarios a la vida humana. Este es uno de los puntos sobre los que el consenso es absoluto: para la Conferencia Episcopal, resultan «inadmisibles» los intentos por regular la clonación o negar a los embriones «los mismos derechos que a cualquier ser humano», así como las supuestas «puertas abiertas» a la ampliación del aborto o la implantación de la eutanasia. En cuarto lugar, la instrucción pastoral se referirá a la situación política en nuestro país. En este punto, sin duda el más delicado de todos, los obispos tratarán de dejar claro que su opinión «es únicamente pastoral».

Esta cuestión ha sido especialmente estudiada por monseñor Romero Pose, quien en los encuentros previos ha defendido la idea de que «España no es fruto de una casualidad», al tiempo que «se puede hacer un discernimiento moral» sobre la unidad territorial y los peligros.

La incógnita de ETA

Sin embargo, los obispos no dejarán de citar las «repercusiones sociales» de los distintos desarrollos de los estatutos de autonomía -sin citar ninguno en concreto-, e igualmente solicitarán a los católicos su participación activa en la vida pública. En lo que existe un mutismo absoluto entre las fuentes consultadas es en si la instrucción pastoral hablará o no del «proceso de paz» y del abandono de las armas por parte de ETA. Sí parece claro que realizará un llamamiento a la «paz y la concordia» entre los ciudadanos, independientemente de sus posiciones políticas.

El documento finalizará con unas conclusiones y la petición a los cristianos para orar por la unidad, la concordia, la búsqueda de justicia y de la verdad, y la paz entre los ciudadanos. «Todo se está desarrollando en un ambiente de cordialidad y respeto, lo que facilita el debate sereno y útil», apuntaron estas fuentes.