¿La sucesión apostólica y el sacerdocio femenino? -- Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP

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evangelizadora de los apóstoles

¿LAS MUJERES SACERDOTES ESTÁN BUSCANDO EL PODER?
Esta es la pregunta que nos lanzan, quienes no nos conocen muy bien. Es una pregunta, que más de las veces que la recibimos destila agresividad, reflejando pánico y temor a ?perder el poder??. No nos ofenden, todo lo contrario, nos reafirma en nuestro llamado, el cual vivimos con alegría y amor en el servicio, en búsqueda de la justicia e igualdad entre hermanos/as.

Es una situación normal, en nuestra sociedad e iglesia, de muchos siglos, de querer negar la historia, la teología y pasar por encima de la Palabra de Dios:

?No he venido a ser servido, sino a servir?? Mat. 20:28.

Esta frase viene inmediatamente después de la petición de la madre de los Zebedeos a Jesús de colocar en su Reino, a sus dos hijos, el uno a la derecha y el otro a la izquierda: Mat 20:20-28.

No es raro, que esta propuesta venga de parte de esta madre, que en su vida, no ha visto sino el para qué ha ?servido?? el poder?? La propuesta de Jesús es totalmente diferente! Por eso, Jesús reacciona diciéndole: ?no saben lo que piden. Pueden beber el cáliz de amargura que yo voy a beber??? Mat 20:22)??.??Ustedes saben que los jefes de las naciones las gobiernan tiránicamente y que los dirigentes les oprimen. No debe ser así entre ustedes?? Mateo. 20:24.

En un ?Nuevo modelo del sacerdocio ministerial dentro de la Iglesia Católica Romana??, la RCWP (Católicas Romanas Mujeres Presbiteras) conserva la estructura jerárquica: diaconas/os, presbiteras/os, obispas/os. Con grandes diferencias. La principal de ella es el servicio.

?El que quiera ser importante entre ustedes, sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea esclavo?? Mateo20:27.

A continuación les invitamos a dar un repaso rápido a la Historia de la Iglesia Eclesiástica.


HISTORIA COMPRIMIDA DE LA JERARQUÍA EN LOS PRIMEROS SIGLOS DEL CRISTIANISMO.

Los escritos de la era Patrística, merecen nuestro respeto, eso no quiere decir con fuerza, que a través de ellos, no podamos buscar la Verdad, en ellos hay aportes que podemos rescatar. (Juan 8:32)

Nuestro ministerio sacerdotal femenino, se encuentra dentro del esquema clerical de la ?sucesión apostólica?? somos conscientes, que dicha ?autoridad apostólica?? no fue diseñada por los discípulos y discípulas de Jesús, para ellos nos remitimos a la Primera Epístola de Clemente,(1) dicha carta, escrita en el año 96, no se encuentra en el Canon, por lo tanto no aparece en el Nuevo Testamento. Es la reacción a la rebelión de los jóvenes en Corinto, que asumen el liderazgo desplazando a los ancianos. En ella se puede apreciar el diseño y sugerencia, para lo que hoy conocemos como el Derecho Canónico y las bases para la construcción de la ?sucesión apostólica??. Se dice que Clemente, fue el cuarto sucesor de Pedro en Roma. Se ve que los jóvenes de Corinto, no estaban de acuerdo con una autoridad piramidal, sin embargo esta carta ha sido de tal impacto dentro de la jerarquía eclesiástica, ya que a partir del s. I la jerarquía como tal, va evolucionando hacia una autoridad piramidal.

En esta línea autoritaria se fueron consolidando los llamados Padres de la Iglesia, (Patrística) como Ignacio de Antioquia e Ireneo, en su estilo anti-democrático, alegando combatir ?la herejía?? protegiendo así a la autoridad jerárquica. Es de reconocer a estos dos padres de la iglesia, respetaron la ?diversidad de las Iglesias?? y no se les ocurrió imponer la pretendida uniformidad.

Lo que se alcanza a detectar, en los siglos I y II no era tanto que importara salvaguardar, el anuncio del Evangelio evitando las ?herejías?? y menos el asumirlo y vivirlo. Aquí lo que estaban en juego, era el orden del poder, espacio, jurisdicciones y controles.

Es en el S. III donde el movimiento de Jesús, a pesar de sus orígenes, entra a tener ?clase?? como diríamos hoy, empieza a aparecer una aristocracia clerical, fomentada por los obispos, argumentando ser los legítimos sucesores de los apóstoles, marginando y excluyendo de toda responsabilidad a los laicos.

Existe un documento, del cual se dice apareció en Siria en el Siglo III, escrito en griego, con el imprimatur de los apóstoles, del ?lobby?? de Jesús, conocido como: Didascalia Apostolorum, alegándose que tuvo su origen en el Concilio de Jerusalén, (Hechos 15). Los especialistas en el tema consensan que es un documento ?seguramente falso??, de todas maneras, es un documento de pastoral compuesto en el Siglo III. En dicho documento se atribuye a los obispos un poder casi absoluto sobre los laicos, asegurando que ha sido asignado por Dios, supuestamente con ciertas propiedades y autoridad divina. Si bien, es cierto, Pedro hace referencia (1Pedro 2:13-17) lo mismo Pablo (Romanos 13:1-6). Es totalmente inconcebible, con la Palabra de Dios y las enseñanzas de Jesús: lavándole los pies a sus discípulos,(Juan 13:1-20) pidiéndoles que se traten como amigos (Juan 15:9-17); «Ya no os llamo siervos, sino amigos» (Juan 15:15). Lo mismo indica Pablo en la Ia Carta a los Corintios 12: 12-30.

A través del tiempo los primeros Padres de la Iglesia, fueron dejando su huella clerical profunda como; Orígenes de Alejandría, (185-254) y Cipriano de Cartago 258. Ambos reconocidos teólogos. Al primero se le debe la advertencia a la gente de que se debe obedecer a los obispos así sean injustos, bajo, la creencia de que la ordenación, les colocaba en un plano divino muy alto! Al segundo; en su desespero ante los problemas que se vivía entre Africa y Roma, escribe; De Catholicae Ecclesiae Unitate, resaltando el poder de los obispos, desconociendo el papel de mujeres y hombres laicos/as en sus comunidades. Se le ocurrió decir; la unidad de los cristianos está basada en la unidad de los obispos!

Hasta aquí el comprimido histórico enunciado.


SIGUIENDO LA REFLEXION:

El anuncio de la propuesta evangélica, don que Jesús nos legó, a las mujeres a través de María de Magdala, le fue entregada personalmente, a ella; Juan 20:1-18 no se necesitan más normas, que vivir y anunciar su Evangelio, como sus testigos/as, sin hábitos talares, sin palacios, sin alzacuellos, sin mitras, báculos y ostentosos, pectorales y anillos. Esto es lo más parecido a la sucesión apostólica, sugerida por el mismo Cristo, es a la que queremos pertenecer y pertenecemos en el seguimiento a Jesús como sus discípulas/os, sirviendo en la Iglesia, con la Iglesia y por la Iglesia.

Haciendo de la autoridad un SERVICIO, las obispas/os son verdaderas/os pastoras/es, atentas/os a las necesidades de las comunidades, sus presbiteras/os, y diaconas/os, fortaleciendo la formación espiritual y compromiso con el Evangelio. Apropiándonos de las palabras del papa Francisco; ?la Iglesia; no es una Ong??. Ellas/os no son Jefes de Personal y menos Administradores de Empresas.

Reconocemos la necesidad de la autoridad para servir y vivir, en el ambiente civil, político, familiar, judicial, religiosa, etc. Con la firme convicción que ella no es un fin en sí misma, el poder es la forma privilegiada de servir. Una autoridad como servicio, no sabe de inhibiciones, sanciones, excomuniones, rechazos por la orientación sexual, etnia, lengua, cultura, o pensar diferente.

En un grupo de vivencia evangélica fraterna, la autoridad y poder construye Comunidad, donde se comparte, sin envidias, recelos o prejuicios, sin la preocupación de tener que comprar y hacer lobby para escalar carreras político-eclesiales, porque la Comunidad es la que elige y solicita lo que necesita. (Hechos 4:32).

ALGUNAS CITAS BIBLICAS:

En referencia a lo que vimos en el comprimido histórico:

«Pero entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como servidor. Porque, ¿quién es más grande, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es acaso el que está a la mesa? Y sin embargo, yo estoy entre ustedes como el que sirve» (Lucas 2:26-27).

«El que aspira a presidir la comunidad, desea ejercer una noble función» (1 Tim 3:1).

Donde hay autoridad, hay libertad:

«Ustedes, hermanos, han sido llamados para vivir en libertad, pero procuren que esta libertad no sea un pretexto para satisfacer los deseos carnales: háganse más bien servidores los unos de los otros, por medio del Amor»

(Gál 5,13).

Quien nos juzgará?

?Mujer, dónde están los que te acusan y condenan??? Juan 8:1-11

Lo máximo sobre la autoridad y poder de parte de la Esencia Divina!

« Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en ?l no muera, sino que tenga la Vida Eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por ?l»

(Juan 3:16-17).

Termino, con una bella anécdota de; Clarita una mujer de nuestro pueblo, a quien conozco personalmente, y ha servido toda su vida a la Iglesia, le pidió al obispo de turno, la ordenara, contaba con todo el apoyo de la Comunidad. El obispo le preguntó: ?? A quién le jurarías obediencia??? y ella, emocionada y desde lo más profundo de su corazón, le contesto: ?A Jesucristo!??. Entonces, el obispo contrariado no le ordenó, porque según la obediencia tenia que ser a él.

Pasaron algunos años y el obispo deseando ordenar mujeres en su iglesia, la busca y le ofrece ordenarla y ella le respondió: ?muchas gracias, señor obispo, ya no, porque estoy enferma y ciega??.

Hermana, hermano: con esta modesta herramienta, empieza tú misma/o, a seguir buscando la Verdad, solo ella nos hace libres, nos da energía y coraje: Juan 8:32.

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1) http://escrituras.tripod.com/Textos/EpClemente1.htm

BIBLIOGRAFIA:

romancatholicwomenpriests.org/RCWPSpanishMarch2011.pdf

http://www.bombaxo.com/didascalia.html

http://www.preguntasantoral.es/2012/12/san-cipriano-de-cartago-ii/

Harvey Cox: El futuro de la fe. Ed.Oceano de México. Primera Edición 2011. Hecha en México, impreso en España.