La Santa Sede cerró 2006 con un balance consultivo consolidado de 2,4 millones de euros de superávit y el Estado de la Ciudad del Vaticano cerró el pasado año con un resultado positivo por valor de 21,84 millones de euros, informó hoy el Vaticano.
Estos resultados, precisó hoy el Vaticano, fueron aprobados en la 41 reunión del Consejo de Cardenales para el Estudio de los Problemas organizativos y económico de la Santa Sede, celebrada ayer y presidida por el cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone.
El cardenal Sergio Sebastiani, presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos, fue el encargado de presentar el balance consultivo consolidado de 2006 de la Santa Sede, cuyas entradas fueron por valor de 227,8 millones de euros y los gastos por valor de 225,4 millones de euros, lo que supuso un superávit de 2,4 millones de euros.
Sebastiani también presentó los resultados del Estado de la Ciudad del Vaticano, que arrojaron un superávit por valor de 21,8 millones de euros.
El Vaticano distingue entre la Santa Sede, que incluye los dicasterios -ministerios- y organismos anexos, así como las nunciaturas, y el Estado de la Ciudad del Vaticano, donde se alza la basílica de San Pedro y se encuentran, entre otros, los Museos Vaticanos.
Además del balance, también se presentó el resultado del Óbolo de San Pedro formado por las donaciones recibidas por el Papa de parte de los fieles de todo el mundo, que alcanzó los 101,9 millones de dólares (138,5 millones de euros).
Aunque positivos, los resultados del pasado año distan muchos de los logrados en 2005, cuando la Santa Sede cerró con unos beneficios de 9,7 millones de euros, los más elevados en los últimos ocho años.
Respecto al resultado de la Santa Sede, el Vaticano precisó hoy que los gastos fueron originado principalmente por los dicasterios de la Curia («ministerios») y organismos de la Santa Sede que ayudan al Papa en el gobierno de la Iglesia Universal.
En los dicasterios y otros organismos de la Santa Sede trabajan un total de 2.704 personas, de ellas 773 eclesiásticos, 331 religiosos y 1.600 laicos.
Como está establecido, las iglesias locales también contribuyeron, según su disponibilidad, a mantener la estructura central de la Iglesia. El pasado año las Conferencias Episcopales entregaron un total de 24,081 millones de euros (frente a los 73,9 millones donados un año antes).
Respecto al balance del Estado de la Ciudad del Vaticano, el más pequeño del mundo con apenas dos kilómetros cuadrados, el balance un año más fue positivo: 21,849 millones de euros, cifra que aunque importante es inferior a los 29,6 millones logrados en 2005.
Ese dinero llega a través de las visitas a los Museos Vaticanos, que el pasado año fueron visitados por 4,2 millones de turistas provenientes de todo el mundo.
En el Estado de la Ciudad del Vaticano trabajan un total de 1.693 empleados, entre religiosos y laicos.
El Vaticano también informó hoy que en 2006 se asignaron 15 millones de euros para el Fondo de Pensiones de la Santa Sede.
El consejo de cardenales analizó también la situación de los medios de comunicación del Vaticano: Radio Vaticano (que no tiene publicidad), el Centro Televisivo Vaticano (que se encarga de la distribución de las imágenes de la Santa Sede, tampoco tiene publicidad), el diario «L’Osservatore Romano’ (también sin publicidad), la Oficina de Prensa y el servicio de internet.
Tras resaltar la «importancia» de los mismos para proclamar la voz de la Iglesia y del Papa en el mundo, constataron la necesidad de una renovación tecnológica de los mismos para «que vayan acorde con los tiempos».
A la reunión asistieron el cardenal español Antonio María Rouco Varela, el peruano Juan Luis Cipriani Thorne, el alemán Joachim Meisner, los estadounidenses Roger Mahoney y Edwar Egan, el italiano Camillo Ruini, el sudafricano Wilfrid Fox Naiper, el británico Cormac Murphy O’Connor, el filipino Gaudencio Rosales, el australiano George Pell, el canadiense Marc Ouellet y el nigeriano Anthony Olubummi Okogie, miembros del consejo.