«No ha de extrañar pues que, en el momento de la muerte de Franco, una parte de la jerarquía eclesiástica siguiera siendo notablemente «adicta», adherida a una forma nostálgica de catolicismo que complacía a la patriotería nacional franquista»
El nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, critica la exhumación de los restos de Franco: “Dejarlo en paz era lo mejor. Ya lo juzgará Dios”. Monseñor, la historia y los ciudadanos juzgan también. Señor nuncio, los símbolos son importantes, aunque no sean banderas, y usted se inclina abiertamente por mantener la iconografía del franquismo. No se puede ser equidistante ante quien provocó una Guerra Civil, una represión concienzuda y selectiva, y un atraso evidente en la sociedad española.··· Ver noticia ···
La reforma del Concordato, una eterna cantinela -- Alberto Sabio Alcutén
Publicado en