A veces, el amor excesivo juega malas pasadas. Según han podido saber los angelitos, la que le da la puntilla a Federico Jiménez Losantos es su admirada Esperanza Aguirre que, para hacerle un gran favor, le concede una licencia para emitir en Madrid. En detrimento de la cadena COPE. La gota que colmó el vaso y una coyuntura de la que el propio FJL estaba advertido.
Hace ya un año, Coronel de Palma, el director ejecutivo de la cadena episcopal, dijo en una reunión al más alto nivel de la dirección: «Si Esperanza Aguirre la da la licencia a Federico y no a la Cope, o se va Federico o me voy yo». Y Coronel cumple su palabra. De hecho, habla con Federico sólo después de saber que Aguirre la ha concedido la licencia.
Eso sí, con plena anuencia y consentimiento del Comité Ejecutivo de la Conferencia episcopal, que ya tenía sentenciado al locutor y sólo estaba esperando el momento adecuado para ponerlo de patitas en la calle. O el momento de encontrar la excusa ideal, dadas como se las gasta FJL.
Ahora, el problema inmediato para los obispos y para la Iglesia son los meses que todavía le quedan de contrato a FJL. Hasta junio. Porque nadie duda de que va a cumplir su contrato hasta el final. Va a volver. Para echar todo el barro que pueda sobre los «culpables» de su defenestración. Y para no desaparecer de antena. Y para seguir consolidando sus empresas. Y para vender su salida como un triunfo.
Hay incluso quien teme que organice (o deje organizar) una masiva manifestación en contra de los obispos. De hecho, sus fans ya han empezado a movilizarse en la Red. En Facebook ya hay un sitio dedicado a eso. Otros amenazan con no poner la x en la casilla de la Iglesia.
Y eso que sus seguidores se confiesan católicos a machamartillo. Pero, ahora, dan la cara. Y aparecen tal y como son. No se trata de católicos, porque tiran piedras contra el tejado de la Iglesia. Se trata de neocons ideologizados, en los que prima la ideología por encima de las creencias. Este es el «ejército» que seguirá a Losantos (no a Cristo) a dondequiera que vaya.